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ASUNCION (AFP).- El hallazgo del cadáver de la secuestrada Cecilia Cubas, hija del ex presidente Raúl Cubas (1998-1999), cuyo plagio fue atribuido por las autoridades a militantes de un partido de izquierda con apoyo de la guerrilla colombiana de las FARC, conmocionó este jueves a Paraguay.
El cuerpo de la víctima, de 31 años, fue encontrado la noche del miércoles enterrado, en avanzado estado de descomposición y con rastros de asfixia, en un túnel cavado en una vivienda del barrio Mbocayaty de Ñemby, a unos 15 km al sur del centro de Asunción.
El fiscal general del Estado Oscar Latorre, dijo en rueda de prensa que la nariz y boca de la secuestrada estaban cubiertas por cintas de embalaje y que «la causa de la muerte fue por asfixia».
El presidente Nicanor Duarte prometió castigar «a la banda de criminales que cometió esta acción brutal bajo el ropaje de una agrupación política».
Su alusión fue dirigida a militantes del minoritario Partido Patria Libre (PPL, izquierda), a quienes la Fiscalía atribuyó el crimen con el asesoramiento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
«Sabemos quiénes son, qué se proponen y no descansaremos hasta extirpar este cáncer que pretende instalarse en la sociedad», subrayó el jefe de Estado.
El fiscal general dijo que los militantes izquierdistas fueron entrenados en Colombia para perpetrar secuestros en Paraguay.
La policía detuvo a seis personas con relación al caso, y señaló que en cuatro de ellas hay fuertes indicios de culpabilidad.
La propiedad pertenecería a Manuel Cristaldo Mieres, un militante del minoritario PPL, según los primeros informes. Cristaldo es uno de los prófugos sospechosos de haber perpetrado el plagio.
El caso generó una crisis en el Gobierno y promovió una inmediata investigación y sumario en los cuadros policiales ante denuncias en su seno por entorpecimiento de la búsqueda de la víctima.
Horas después de haber hallado el cadáver, el jefe de Policía comisario, Carlos Zelaya, presentó su renuncia, y el ministro del Interior, Nelson Mora, dijo que hará lo mismo si el presidente lo dispone.
La oposición, en tanto, comenzó a atacar duramente a las fuerzas de seguridad por lo que el senador Carlos Filizzola, del Partido País Solidario, denominó su «absoluta ineficiencia».
La construcción clandestina fue detectada por agentes antiterroristas en forma fortuita, relató a la AFP el fiscal Arnaldo Giuzzio.
Al comenzar las primeras excavaciones en el local los bomberos percibieron un olor nauseabundo que les hizo vaticinar lo peor, agregó.
Tras seis horas de trabajo en medio de un calor de 40 grados, el ministro del Interior confirmó la identidad de la víctima, identificada por su dentadura.
El cadáver de Cecilia Cubas, presuntamente asesinada hace dos meses, no presenta rastros de violencia y los forenses sospechan que la víctima murió asfixiada en su lugar de cautiverio.
El túnel, de 0,70 metros de diámetro, tenía una bajada de 1,70 m a partir del piso y una extensión horizontal de 2,10 metros, hasta conectar con una bóveda de 2×3 m de diámetro y 2 m de altura, que abarcaba parte del patio trasero de la casa.
El estilo de construcción clandestina es un sistema tradicional atribuido a guerrillas urbanas.
El fiscal general Latorre afirmó que la mujer pudo haber estado prisionera en ese lugar todo el tiempo, desde su secuestro el 21 de setiembre de 2004.
«Nosotros pagamos lo solicitado y no nos explicamos por qué los secuestradores no cumplieron su palabra», dijo Luis Cubas, el tío de la víctima.
El ex presidente Rául Cubas, admitió haber pagado por el rescate de su hija la suma de 800.000 dólares y portavoces de la familia aseguraron que al entregarse el dinero, los delincuentes exigieron más.
Los contactos finalizaron en diciembre.
En una conferencia de prensa el martes, Latorre había asegurado que existían vínculos entre el detenido Osmar Martínez, dirigente del PPL, y el «canciller» de las FARC, Rodrigo Granda, capturado en diciembre.
Los restos de Cecilia Cubas fueron llevados hoy a un memorial privado ubicado sobre la concurrida avenida Mariscal López para su velatorio.
Su padre, Raúl Cubas, gobernó Paraguay por siete meses, entre el 15 de agosto de 1998 y el 28 de marzo de 1999, y fue derrocado en medio de una crisis política generada por la supuesta muerte en un atentado del vicepresidente Luis Argaña, enemigo político de Cubas y del ex general Lino Oviedo.
