HOMOSASSA, Florida (AP).- El cadáver de una niña desaparecida, Jessica Lunsford, de nueve años de edad, fue hallado en la madrugada del sábado, un día después que las autoridades dijeron que un hombre acusado de abuso sexual confesó haberla secuestrado y asesinado.

El jefe de policía del condado de Citrus, Jeff Dawsy, dijo que el cadáver de Jessica fue hallado durante una búsqueda efectuada durante la noche en un lugar boscoso, a apenas 150 metros del hogar que la niña compartía con su padre y con sus abuelos.

El padre de Jessica, Mark Lunsford, visitó el lugar de la búsqueda poco después del amanecer. Posteriormente Lunsford, con el rostro cubierto por lentes oscuros, declaró a los periodistas que «todos me escucharon decir, una y otra vez, que tenía que estar de regreso en su casa. Bueno, ella ha regresado a su casa»».

John Evander Couey, de 46 años, confesó el secuestro y asesinato de Jessica luego de ser sometido el viernes a una prueba con un detector de mentiras en Georgia, dijo Dawsy. Jessica desapareció de su dormitorio hace más de tres semanas. «Estamos a punto de llevarla a su casa»», dijo Dawsy, quien añadió que desea que Couey sea condenado a muerte. «Es realmente una basura»», indicó.

Dawsy dijo que la hermanastra de Couey y otras dos personas han sido acusados de obstrucción de la justicia por negarse a informar a la policía cuando Couey presuntamente les confesó que había cometido un crimen. Una cuarta persona, dijo el jefe de policía, fue detenida para ser interrogada en el caso, pero sólo fue acusada posteriormente de no pagar gastos de mantenimiento de un niño en un asunto no relacionado con este caso.

Los tres acusados de obstrucción de la justicia son Dorothy Dixon, de 47 años, hermanastra de Couey; Madie Secord, de 27 años, y Matthew Dittrich, de 31 años. Todos al parecer vivían en una casa cerca del lugar donde hallaron el cadáver de Jessica.

Mark Lunsford ha dicho que la familia no conocía a Couey, detenido el jueves.

En una conferencia de prensa dada el viernes por la noche, en Ohio, Angela Bryant, madre de Jessica, dijo que Couey «pagará por su delito»».

Jessica fue vista por última vez cuando fue a su hogar el 23 de febrero. Al día siguiente no se la encontró en su habitación. Más de 100 policías y voluntarios, con ayuda de perros sabuesos, helicópteros y patrullas a caballo revisaron el área situada a unos 90 kilómetros al norte de Tampa durante varios días después de la desaparición.