Hallan más de 100 cadáveres

Hallan más de 100 cadáveres

BAGDAD (AFP).- El gobierno iraquí planea cavar trincheras alrededor de Bagdad para controlar mejor los movimientos de los rebeldes, mientras que en la capital iraquí la violencia alcanzó niveles récord con el descubrimiento de más de cien cadáveres desde el martes.

“Una nueva medida de seguridad será tomada: el acceso a la capital sólo será autorizado por 28 rutas”, declaró ayer, viernes, a la AFP el general Abdel Karim Jalaf, portavoz del ministerio del Interior, y agregó que estas rutas serán controladas por barreras de seguridad.

“Decenas de otras rutas secundarias que dan acceso a la capital serán cerradas por trincheras y alambrado de púas”, agregó. Otro alto responsable de la seguridad indicó a la AFP que este plan busca “controlar las entradas y salidas de Bagdad”. “De esta manera tendremos un mejor control de los movimientos, en especial los de los rebeldes”, dijo.

Un importante plan de seguridad, “Adelante juntos”, fue puesto en marcha a mediados de junio en la capital iraquí, donde 30.000 iraquíes y estadounidenses han sido desplegados para estabilizar la ciudad. Pero esto no ha impedido que continúe la violencia.

En las últimas 24 horas, “los cuerpos de 51 personas no identificadas, asesinadas por diferentes motivos, fueron descubiertos en Bagdad”, dijo el viernes a la AFP el portavoz del ministerio del Interior, el general Abdel Karim Jalaf.

Bagdad es el epicentro de la violencia entre las comunidades chiita y sunita que se registra en Irak desde que en febrero fue bombardeado un mausoleo chiita en la ciudad sunita de Samarra (norte).

Los responsables sunitas afirman que esas ejecuciones son obra de las milicias vinculadas a los partidos chiitas.

El jueves, el jefe del bloque sunita Frente de la Concordia, Adnan al Dulaimi, acusó a “milicias bien conocidas” de llevar adelante esta campaña de asesinatos confesionales.

Su partido constató el viernes “el asesinato de uno de los fundadores del Frente, Mohannad al-Ghariri, por bandas criminales mientras se dirigía a Garma”, cerca de Falluja para la oración del viernes.

“Si no se toman medidas, el país irá al desastre y nadie podrá salvarlo”, advirtió en un comunicado.

Según el viceprimer ministro iraquí, Barham Saleh, el gobierno tiene intenciones de presentar desde el mes próximo una legislación sobre el desarme y la desmovilización de milicias sospechosas de ser responsables de la violencia sectaria.

“El problema de las milicias es un desafío muy, muy serio, ya que apunta al corazón del gobierno y su credibilidad”, dijo en Washington.

“Nosotros estamos en discusiones con (el jefe radical chiita) Moqtada al Sadr y otros líderes políticos. Ellos deben hacer una elección (…). O forman parte de un proceso político y renuncian a las armas, o la situación actual ya no es aceptable”, agregó.

Las tropas norteamericanas también son blanco de la violencia.

Un ataque suicida mató el jueves en el oeste de Bagdad a dos militares estadounidenses, mientras que un tercero fue reportado como desaparecido. Treinta militares resultaron heridos en el ataque, perpetrado contra una concentración de tropas.

El viernes, el ejército anunció la muerte de dos militares, uno de ellos un marine, luego de cinco muertes el jueves.

Desde el inicio del mes de septiembre, al menos 27 militares estadounidenses han muerto, la mayoría de ellos en ataques. Estas cifras elevan a 2.677 el número de militares norteamericanos muertos en Irak desde la invasión, en marzo de 2003, según un conteo de la AFP establecido a partir de cifras del Pentágono.

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