AMARAH (IRAK) (EFE).- Expertos islandeses descubrieron a las puertas de donde la tradición sitúa el Paraiso Terrenal lo que puede ser el primer descubrimiento de armas no convencionales de destrucción masiva desde el inicio de la búsqueda de ese armamento en Irak, aunque parecen pertenecen a la guerra de este país contra Irán y no a arsenales actuales.

El hallazgo se produjo en una carretera en construcción cerca de esta ciudad del sur iraquí, en la frontera con Irán y donde los especialistas encontraron el viernes 36 proyectiles de mortero con rastros de un líquido que parece destinado a elaborar gas venenoso.

El descubrimiento tuvo lugar durante un rastreo de los expertos, especializados en munición, encuadrados en el contingente militar danés que opera en la zona y que entregaron los cohetes para su análisis a las fuerzas de la coalición.

Según un portavoz norteamericano, Mark Kimmit, los proyectiles, de 120 milímetros, permanecían envueltos en bolsas de plástico, algunas de ellas abiertas, y los estudios preliminares indican que llevaban escondidos al menos una decena de años.

«Los exámenes durarán dos días y hasta que concluyan no podremos ofrecer más información», dijo el oficial estadounidense, que precisó que prosigue la búsqueda en la región ya que los cohetes podrían formar parte de un arsenal mayor.

En las operaciones participan soldados de varias nacionalidades, que ampliaron en las ultimas horas el perímetro del rastreo.

Fuentes del contingente danés advirtieron del peligro de que, en caso de haber mas armas en la zona, el mal estado de conservación de la sustancia destinada a la elaboración del armamento químico haya provocado su derrame y la contaminación de áreas circundantes.

De acuerdo con las fuentes, las armas datarían de la guerra que enfrentó a Irak e Irán entre 1980 y 1988, lo que explicaría que los proyectiles de mortero, de corto alcance, se encontraran junto al territorio del vecino país.

El desaparecido régimen de Sadam Husein había reconocido que poseyó armas de destrucción masiva durante la época del conflicto con Irán, pero que las había destruido, e hizo entrega a la comunidad internacional de algunos dispositivos para su elaboración.

La localización es, no obstante, la primera que se produce in situ y de manera no intencionada desde que los inspectores en desarme de la ONU se desplazaran hace catorce meses a Irak en busca de ese tipo de armamento.

La falta de resultados de esos trabajos no detuvo la ofensiva armada desencadenada el pasado 20 de marzo y que desembocó el 9 del ultimo abril en la caída del antiguo régimen de Bagdad.

Aunque algunas naciones occidentales, como Francia y Alemania, se había mostrado partidarios de que la ONU reanudara tras la contienda la búsqueda de armas no convencionales en este país, Estados Unidos había rechazado la petición.

Según informaciones de la prensa norteamericana, especialistas en armamento enviados por Washington para realizar de manera unilateral esas pesquisas habían regresado recientemente a EEUU sin que tampoco hubieran ofrecido ningún fruto sus inspecciones.