GREENSBURG, Kansas, EE. UU. (AP).– Los rescatistas encontraron a un sobreviviente y otras dos personas muertas en medio de los escombros de esta población prácticamente borrada del mapa por un poderoso tornado, mientras los residentes regresaban ayer, lunes, a ver lo que quedaba de sus viviendas.

Así, se incrementaron a 10 la cantidad de personas muertas en esta ciudad por el potente tornado. En todo el estado, ascendieron a 12.  El tornado, cuyos vientos alcanzaron los 329 kilómetros por hora (205 millas por hora), tuvo casi tres kilómetros de ancho (1,7 milla), y unos 35 kilómetros de largo (22 milas).  Los meteorólogos lo clasificaron como F-5, el más potente y el primero en alcanzar esa categoría desde uno que en 1999 mató a 36 personas en la ciudad de Oklahoma.

Casi todas las instalaciones y edificios de Greenburg quedaron destruidas, los negocios de la calle principal quedaron demolidos y los árboles estaban sin ramas.

Las autoridades estiman que cerca del 95% de la población fue devastado.

Una de las últimas víctimas fatales apareció debajo de los escombros en medio de la población, dijo el administrador municipal Steve Hewitt. La otra fue sacada de un lago de las inmediaciones.  Los rescatistas también encontraron a un sobreviviente mientras buscaban entre los escombros el domingo, dos días después que el tornado castigó a este pueblo, generando esperanzas de que aparecieran otras personas con vida, dijo el portavoz de la patrulla de carreteras de Kansas Ron Knoefel. No ofreció detalles sobre la identidad del sobreviviente ni el estado en el que permanecía, y las autoridades no identificaron a ninguno de los muertos.

   La búsqueda de sobrevivientes o víctimas se ha complicado por la magnitud de los daños.

   «Parte de estos escombros están a 20, 30 pies (6 metros, 9 metros) de profundidad’’, expresó al canal de televisión CNN el mayor general Todd Bunting, que participaba en las tareas de rescate.

   Los residentes del área _que fueron evacuados tras el tornado_ esperaban en una fila de vehículos para ingresar nuevamente al pueblo mientras las autoridades les pedían su identificación. Las cuadrillas de rescate y de reparación de servicios eléctricos que llegaban desde otras ciudades, contribuían con el atascamiento del tránsito.

   La policía le recordó a los residentes que tendrían que partir a las 6.00 de la tarde. Compiló también una lista con los nombres de personas que permanecían desaparecidas.

   Las autoridades tenían pocos indicios de cuánta gente estaba desaparecida y cuánta permanecía a salvo con amigos y familiares, en lugar de haber acudido a los refugios.

   La gobernadora de Kansas Kathleen Sebelius dijo que la respuesta del estado estaba limitada por el envío a la guerra en Irak de equipos de emergencia, entre ellos carpas, camiones, y acoplados.

   «El hecho de no tener de inmediato los equipos de la Guardia Nacional, que solía estar en varias partes del estado, va a limitar verdaderamente este esfuerzo de reconstrucción’’, sostuvo.

   El presidente George W. Bush ha declarado a algunas partes de Kansas como áreas de emergencia, liberando así dinero del gobierno nacional para la reconstrucción.

   El sistema de tormentas que castigó el sur-centro de Kansas también desencadenó tornados en los estados de Illinois, Oklahoma, Dakota del Sur y Nebraska.

   Las tormentas eléctricas se hacían sentir nuevamente en las planicies centrales del país el lunes, y el Servicio Meteorológico Nacional emitió avisos de tormentas severas para algunas zonas de Texas.

   En Topeka, la capital de Kansas, las inundaciones forzaron la evacuación de cientos de personas, los colegios cerraron sus puertas y las calles y carreteras del estado permanecían bloqueadas.

   En Greensburg, las autoridades sólo autorizaron a los residentes a volver el lunes.