Roma, 8 ene (EFE).- El hallazgo hoy de otros tres cadáveres elevó a 16 el número de muertos en el choque frontal de un tren de pasajeros y otro de mercancías el viernes en el noreste de Italia.

Un cuerpo sin vida fue extraído entre el amasijo de hierros al que quedaron reducidos los dos primeros vagones del convoy de pasajeros que colisionó con un mercancías en un tramo de vía única de la línea Bolonia-Verona, en Crevalcore.

Otros dos cadáveres, correspondientes a los maquinistas del convoy de carga, los extrajeron los equipos de rescate, que trabajan desde hace más de 24 horas con grandes dificultades, debido al estado en que quedaron los trenes tras el violento choque.

La fuerza del impacto, que hizo que los primeros vagones se plegaran como un acordeón, contribuyó a desfigurar los cadáveres hasta el punto de que a las 17.00 GMT sólo habían sido identificados ocho.

En medio de esta confusión se contabilizó entre los 13 cadáveres rescatados el viernes a los dos maquinistas del mercancías, cuyos cuerpos sin vida no fueron, sin embargo, localizados hasta hoy.

Mientras tanto, varios heridos fueron dados de alta hoy en los centros sanitarios en los que habían ingresado y ya sólo permanecen hospitalizados seis, según fuentes médicas.

El jefe de los bomberos, Mario Morcone, dijo que las tareas de rescate se prolongarán durante la noche si es necesario hasta llegar a todos los puntos de los vagones.

Aunque aún no se conocen las causas oficiales del choque, la principal hipótesis apunta a que el convoy de pasajeros se saltó un semáforo en rojo y propició su encuentro en la vía única con el mercancías.

El tren de pasajeros, según esta conjetura, habría superado la estación de Bolognina y accionado el cambio de agujas predispuesto para el paso del mercancías, por lo que acabó en la vía única donde se registró el choque.

Un testigo presencial, un operario que trabajaba en las vías, dijo que había visto el tren de mercancías parado y el de pasajeros que iba a su encuentro «a toda velocidad», a más de 100 kilómetros por hora.

En el momento de la colisión había en la zona una densa niebla, que aún no se sabe si pudo impedir la visión del semáforo a los maquinistas del interregional.

El fiscal encargado del caso, Enrico Cieri, señaló, no obstante, que es prematuro hablar de error humano y que antes hay que verificar todos los indicios.

El choque entre los dos convoyes fue muy violento, hasta el punto de que el mercancías levantó el convoy motriz del interregional 2255, que quedó cabalgado en su techo, y se empotró contra el segundo vagón.

El tren de carga 59308, que había salido de Roma y se dirigía a San Zeno Falzano, transportaba vigas de hierro, algunas de las cuales acentuaron la potencia del impacto al penetrar en los vagones. EFE