¿Quién no se deja seducir por una hamaca? Sus atractivos y diversos diseños, así como el confort que estas ofrecen las convierten en una tentación.
Definitivamente, de solo mirarlas surge el interés por tumbarse en una de ellas, y no es para menos, las hamacas son una especie de invitación al descanso, a la relajación ¡ya lo sabían los taínos, que nos las legaron!
¡Ah!, y no son solo para balancearse en ellas en un estado cuasi dormido, porque ¿qué mejor lugar para leer un buen libro que una hamaca, ya sea colocada en el balcón, el área de estudio, un salón de estar, la terraza o el jardín?
Funcionalidad. Son un excelente punto focal en donde quiera que se pongan, mucho más en los vanguardistas y atractivos diseños que se consiguen en las tiendas hoy día.
Relajación y bienestar. Estudios sobre las hamacas afirman incluso, que éstas contribuyen con la salud, y que dormir en una ofrece múltiples beneficios terapéuticos para el cuerpo, debido que la conexión que se produce entre el cuerpo y la fuerza de gravedad de la hamaca ayuda a reducir dolores corporales.
Según investigaciones, mecerse en una hamaca ayuda a la sincronización de las actividades cerebrales y a estimular el sueño, permitiendo controlar el tan recurrente y dañino estrés físico y mental.