Jerusalén – El grupo islamista Hamás, que controla Gaza, acusó hoy al presidente estadounidense, Joe Biden, de «respaldar ciegamente la narrativa sionista» al poner en duda la responsabilidad israelí en la explosión de anoche en el hospital Al Ahli de Gaza, que según primeras informaciones causó cientos de muertos, aunque Israel considera esta cifra inflada.
«La insistencia del Gobierno estadounidense de adoptar la narrativa» de Israel y su primer ministro, Benjamín Netanyahu, «mediante sus mentiras y declaraciones falsas que reiteró hoy al presidente americano, es solo un esfuerzo sionista barato en su guerra de exterminio y masacres salvajes», declaró Hamás, mientras Biden está hoy de visita en Israel.
El grupo islamista acusó al Ejército israelí de «carnicería en el Hospital Bautista (Al Ahli)», y aseguró que no cree que sea «la última».
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«El hecho que el presidente Biden haya adoptado completamente la narrativa de la ocupación (israelí), especialmente en lo referente al Hospital Bautista, solo confirma que el Gobierno estadounidense está ciegamente sesgado a favor de la ocupación y es un cómplice directo y un apoyo» a Israel «en esta masacre», concluye.
El Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por Hamás, aseguró anoche, horas después de la deflagración en el hospital, que habían fallecido 500 personas, cifra reiterada hoy por las autoridades sanitarias, que insisten en que la causa fue un bombardeo israelí.
El Ejército de Israel, sin embargo, ha rechazado no solo su implicación en la desastre sino que ha asegurado que no hubo un ataque de gran envergadura contra el hospital Al Ahli, sino que la deflagración se debió a la caída accidental de un cohete lanzado desde las inmediaciones por el grupo palestino Yihad Islámica.
Según Daniel Hagari, portavoz castrense, la explosión más bien menor de la cabeza explosiva del cohete en el patio del hospital, que no dejó un cráter en el lugar, fue amplificada por el estallido del combustible que contiene el cohete autopropulsado, pero que en ningún caso causó daños estructurales al hospital ni a los edificios adyacentes, y no derribó ningún muro.
No quiso aventurar cifras de posibles muertes entre las familias refugiadas en el patio del hospital, que también servía para aparcar coches, pero aseguró que los números de Hamás están «inflados».
Recordó que desde el inicio de la guerra, unos 450 cohetes lanzados desde Gaza han caído accidentalmente en el propio enclave, lo que en el pasado habría causado muertos, pero nunca destrucciones mayores ni cientos de víctimas mortales.
El hospital Al Ahli, también conocido como Hospital Bautista, por haber sido propiedad de esta rama cristiana en el pasado, está gestionado hoy por la Iglesia Anglicana de Jerusalén.