Hamas obtiene mayoría absoluta en elecciones

Hamas obtiene mayoría absoluta en elecciones

RAMALA, Cisjordania, (AFP).- El movimiento islámico Hamas ganó por mayoría absoluta las elecciones legislativas palestinas del miércoles al lograr 76 escaños sobre un total de 132, según los resultados oficiales divulgados ayer, jueves, que provocaron una ola de inquietud en la comunidad internacional.

El presidente de la Comisión Electoral, Hanna Nasser, informó de que el Fatah, partido que representó las aspiraciones políticas palestinas durante más de 40 años, había obtenido sólo 43 escaños.

El resultado de los comicios transforma completamente la situación en en Gaza y Cisjordania, y puede traer consigo un verdadero terremoto político ya que Israel y numerosos países implicados en el proceso de paz en la región no están dispuestos a negociar con Hamas.

La noticia de la victoria del movimiento extremista tiñó las calles palestinas de verde, el color de Hamas, donde miles de simpatizantes festejaron el triunfo con cánticos, tiros al aire y plegarias.

Buenos perdedores, los líderes del Fatah fueron los primeros en reconocer su derrota, comenzando por el primer ministro palestino Ahmed Qurei, que presentó su dimisión al presidente Mahmud Abas, quien encomendará a Hamas la formación de un nuevo gobierno.

“Las elecciones han sido transparentes y todos los partidos deben respetar los resultados”, afirmó Abas en un comunicado. En principio y por decisión interna, Fatah no formará parte del nuevo gobierno y se ve desplazado a un discreto segundo plano.

“Hoy decimos a Hamas: ahora somos vuestra oposición y os deseamos suerte. Lo hicimos lo mejor que pudimos pero no conseguimos traer paz. Así es la democracia, los que pierden se van y nosotros no podíamos ser una excepción”, declaró Erakat.

Con este voto de castigo asestado al Fatah, los ciudadanos le hacen pagar su falta de resultados en las negociaciones con Israel y la corrupción que ensució a sus dirigentes en los últimos tiempos.

“Los ciudadanos han dado un ‘no’ rotundo al Fatah por la corrupción, la inseguridad, la poca transparencia a la hora de tomar decisiones y sobre todo porque ya no creen en un proceso de paz conducido por este partido”, declaró el analista de la universidad de Bir Zeit, Jalil Jerbawi.

Pero los líderes de Hamas manifestaron inmediatamente su deseo de trabajar con Fatah porque la experiencia de gobierno de este grupo radical es poca y los desafíos del pueblo palestino, “grandes”.

“Vamos a iniciar muy pronto intensas conversaciones con el presidente Abú Mazen (nombre con el que es conocido Abas), los hermanos del Fatah y otros grupos palestinos para ver diferentes maneras de asociación política”, declaró el candidato número uno de Hamas, Ismail Haniyeh.

Los líderes del movimiento extremista también pidieron a Estados Unidos que acepte el resultado de las elecciones.

“Los países de la región y la comunidad internacional deben respetar la elección de nuestro pueblo que es el fruto de la democracia”, clamó Haniyeh.

Pero Estados Unidos y Europa, que incluyeron a Hamas en la lista de organizaciones terroristas, se ven entre la espada y la pared ya que la voluntad de los palestinos expresada en las urnas implicará a partir de ahora conversar con un movimiento que predica la lucha armada y la desaparición del Estado de Israel.

“Si alguien mantiene la destrucción de Israel en sus principios, no es un compañero en la búsqueda de la paz”, aseguró el mandatario estadounidense George W. Bush, pidiendo a Abas, del Fatah, que continúe siendo presidente pese a los resultados.

Poco antes, la comisaria europea de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, recalcó que el bloque cooperará sólo con un “gobierno palestino que esté decidido a lograr sus objetivos de forma pacífica”.

Una de las cuestiones principales ahora es si la comunidad internacional mantendrá la ayuda financiera que destina a los palestinos pese a que Hamas controlará el Parlamento.

La victoria de Hamas también provocó una conmoción en Israel, cuyo primer ministro en funciones, Ehud Olmert, garantizó que su país “no aceptará que Hamas forme parte de la Autoridad Palestina” si mantiene su estructura y prioridades actuales.

El movimiento extremista es responsable de la mayor parte de atentados contra el Estado hebreo cometidos desde el inicio de la segunda Intifada, en septiembre del 2000.

Responsables de otros países occidentales como Francia, Alemania o Gran Bretaña mostraron también su inquietud ante esta victoria de Hamas y sus consecuencias para las perspectivas de paz, mientras que los partidos y gobiernos islamistas se congratulaban.

Además de Hamas y Fatah, otros pequeños partidos se reparten el resto de escaños. El Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) se situó en tercera posición con tres, seguido de Badil, una coalición de izquierda, con dos.

La lista Palestina Independiente de Mustafa Barghuti y el partido Tercera Vía obtuvieron dos escaños cada uno y los cuatro restantes fueron a parar a candidatos independientes.

En total, un 77,6% de los 1,35 millones de ciudadanos llamados a las urnas votaron en estas elecciones, las primeras legislativas desde 1996 y las segundas desde la instauración de la Autoridad Palestina.

Los observadores internacionales repartidos por Gaza y Cisjordania, incluyendo Jerusalén-este, explicaron que no hubo irregularidades durante las votaciones.

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