Hamas toma control de Gaza

Hamas toma control de Gaza

NUEVA YORK — Los combatientes islamitas de Hamas tomaron el control de Gaza la semana pasada. Por primera vez en la historia de la lucha de los palestinos por establecer una nación, pareció haber una posibilidad real de que surgieran dos Palestinas en vez de una, una en Gaza, dominada por Hamas, la otra en Cisjordania, encabezada por Fatah.

   Pero la sociedad palestina no es tan simple. Hay muchas lealtades históricas, económicas y tribales que la unen, y muchas de ellas cruzan, en vez de coincidir con, las fronteras de los dos territorios.    Además, hay razones apremiantes por las cuales las dos comunidades necesitan la unidad.    Un vistazo a la historia de estos territorios, cómo se desarrollaron de manera diferente a través del tiempo, y lo que sus poblaciones aún comparten, muestra por qué están enfrentadas ahora pero también por qué podría ser demasiado pronto para descartar la posibilidad de que esta división pudiera ser zanjada.

   Siempre han tenido rasgos distintos, cultural y geográficamente: Cisjordania apoya una sociedad urbana y cultural sin salida al mar, Gaza de frente al mar.    Esas diferencias aumentaron tras la creación de Israel en 1948, cuando Gaza cayó bajo la administración de Egipto y Cisjordania fue anexada por Jordania.    Egipto trató a Gaza como un enclave palestino y alentó un fuerte sentido de identidad palestina. Muchos gazenses que estudiaron en Egipto durante esos años se vieron influenciados, a su vez, por la Hermandad Musulmana, cuyo objetivo es establecer teocracias islámicas en todo el Mundo Arabe.    De regreso en Gaza, algunos de esos hombres fundaron Hamas en 1987.

   Jordania, por otra parte, suprimió el nacionalismo palestino en favor de la identidad jordana y los palestinos en Cisjordania se vieron más influenciados por las sociedades laicas de Jordania, Siria y Líbano, donde muchos fueron a estudiar. Otros viajaron aún más lejos, trayendo de vuelta una visión liberal del mundo.

   Para cuando los dos territorios cayeron bajo la ocupación israelí juntos después de la Guerra Arabe-israelí de 1967, eran lugares muy diferentes. Sus sistemas legales y educacionales separados no se consolidaron hasta después de que se estableció la Autoridad Palestina a mediados de los años 90.

   Hubo altas esperanzas entonces de que los dos territorios pudieran unirse en un estado palestino. Al firmar los acuerdos de Oslo de 1993, Israel prometió tratar a Cisjordania y Gaza como «una sola unidad territorial» y garantizó el «tránsito seguro» para los palestinos que viajaran entre ellas.

   Una carretera específicamente para palestinos fue construida entre Cisjordania y Gaza, una distancia de unos 65 kilómetros. Funcionó, pero esporádicamente, hasta que empezó el segundo levantamiento palestino en septiembre de 2000.

   Cuando fue abierta, el tráfico era en gran medida en una dirección, transportando gazenses desempleados hacia Cisjordania en busca de trabajo en la mejor economía ahí.

   Pero desde que Israel se retiró de Gaza en septiembre de 2005, cortando efectivamente los nexos restantes entre los dos territorios, Cisjordania y Gaza se han separado aún más.

Gaza, que ha sufrido más económicamente en los últimos años, se ha vuelto cada vez más conservadora y cada vez más religiosa, en gran medida debido a la creciente influencia de Hamas.    Es más probable que las mujeres en Gaza usen el atuendo islámico completo y mucho menos probable que trabajen fuera de casa que sus contrapartes en Cisjordania. Incluso en las grandes fábricas de ropa de Gaza,, la vasta mayoría de trabajadores que se sientan detrás de las máquinas de coser son hombres.

   La vida cultural de Gaza tiende a centrarse en la mezquita local, y su pequeña economía anémica consiste casi totalmente de empresas a pequeña escala y empleos proporcionados por la Autoridad Palestina.

Cisjordania, mientras tanto, tiene una vida económica mucho más rica que incluye industria, agricultura y un sector de servicios. Sus ciudades incluso tienen algunas salas de cine, exhibiciones de arte, restaurantes decentes y algunos clubes nocturnos.

 En ciertas formas, el conflicto actual es una disputa local específica de Gaza.

   Cuando Yasser Arafat regresó del exilio y estableció la Autoridad Palestina en 1994, dividía su tiempo entre Cisjordania y Gaza en un intento por desarrollar la unidad entre los dos territorios.

   Pero a los dos años, sus fuerzas de seguridad en Gaza, encabezadas por Muhammad Dahlan, estaban reprimiendo a los líderes de Hamas. Muchos de éstos fueron encarcelados y les afeitaron la barba para humillarnos. Algunos afirman que fueron torturados.

   Hamas nunca ha perdonado a Dahlan y otros líderes de Fatah por el duro trato recibido, y esos resentimientos han avivado la tensión en Gaza desde entonces.    Cuando Hamas ganó las elecciones nacionales el año pasado y formó un gobierno, nadie esperaba que las fuerzas de seguridad de Dahlan se sometieran al control de Hamas. Para contrarrestar el poder de Dahlan, Hamas organizó una fuerza de seguridad propia bajo el Ministerio del Interior.

   Pareció sólo cuestión de tiempo antes de que las dos fuerzas se enfrentaran en los estrechos confines de Gaza. La crisis actual empezó cuando el presidente de la Autoridad Palestina y líder de Fatah, Mahmoud Abbas, designó a Dahlan como su asesor de seguridad nacional para supervisar todas las fuerzas de seguridad en los territorios palestinos.

   Aunque Hamas está ahora en control de Gaza y Fatah de Cisjordania, ninguno ha logrado el apoyo político total en ninguno de los lugares, y cada organización necesita una presencia política en ambos sitios para seguir siendo viable a largo plazo.

   Por ahora, Hamas parece estar ganando, pero sus logros más recientes son principalmente militares, no políticos. Aunque el movimiento es políticamente popular entre los pobres urbanos y los jóvenes en Cisjordania y Gaza, Fatah sigue siendo el movimiento más fuerte en Cisjordania, donde la gente está relativamente mejor y donde ha creado un extenso sistema de padrinazgo. Aún tiene apoyo entre muchos gazenses moderados, también.

   La victoria militar de Hamas la semana pasada oscurece el hecho de que Fatah ha estado ganando apoyo político en Gaza en el último año, según Mouin Rabbani, analista del Grupo de Crisis Internacional en Jordania. El dice que esto podría ser porque un mayor grupo de gazenses dependen  de Fatah.

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