Hambre, armas y sida

Hambre, armas y sida

Mientras se anuncia que los Estados Unidos presentará un presupuesto para gastos de defensa en el 2004 de la astronómica suma de 400,000 millones de dólares, desde Roma se informa que unos 842 millones de personas en el mundo carecen de alimentos, es decir, pasan hambre.

Mientras se apela a la más alta suma para la defensa norteamericana, se comunica, también, que dos millones de personas, en América Latina y el Caribe, está afectada de SIDA y que sus condiciones económicas no les permiten acceder a tratamientos que prolonguen sus vidas.

En tanto se incrementa la necesidad de gastar más para combatir el terrorismo -hecho que no cuestionamos- la FAO denuncia desde la capital italiana que «tras haber conseguido reducir el número de personas hambrientas en los países en desarrollo en 37 millones durante la primera mitad de los 90, la cifra aumentó en 18 millones en la segunda mitad de la década».

Que casi 900 millones de personas, de seres humanos, pasen hambre en pleno siglo XXI; que dos millones, tan sólo en nuestra región, padezcan el SIDA y que la mayor superpotencia económica y militar destine a defensa 400 mil millones de dólares, no puede pasar desapercibido para nadie a quien le duela la suerte de la humanidad.

El propio informe de la FAO delinea la relación hambre-SIDA, cuando dice que «los países que registran un elevado número de personas con subnutrición crónica registran altas tasas de prevalencia del HIV/Sida y sufren con frecuencia emergencias alimentarias».

Sin pecar de idealistas ni de utópicos, uno se pregunta ¿cuántas toneladas de alimentos adicionales se podrían producir con apenas una parte de los 400 mil millones de dólares que los Estados Unidos invertirá el año entrante en gastos de defensa?

¿Cuántos millones de niños dejaría atrás los índices de desnutrición, con la inversión de una parte de esa suma astronómica? ¿O cuántas escuelas y qué cantidad de hospitales se construirían en los países más necesitados de Africa, Asia, América Latina y el Caribe?

¿Cuántos millones de empleos se crearían en los países llamados en desarrollo con la inversión de algunos de esos miles de millones de dólares que va a usar en defensa la más poderosa de las naciones? ¿No es ése el más efectivo de los métodos de luchar contra las migraciones, el disgusto popular, la delincuencia y hasta el terrorismo?

Hace años leí que la tierra estaba en capacidad de producir alimentos para más de 14 mil millones de seres humanos y hoy el mundo tiene una población de 6 mil millones de seres. Es la desigual distribución de las riquezas, el injusto orden económico mundial y la desigual distribución de las inversiones lo que causa los terribles desequilibrios que observamos. Si hubiese mayor sensibilidad de parte de las potencias, menos mercurialismo, más humanidad, este mundo tendría menos pobreza y menos personas sufrirían hambre, dolor y enfermedades.

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