MEXICO (AFP).- Cientos de comunidades campesinas del sureste mexicano, aisladas por el desborde de ríos, enfrentan un sombrío panorama: la falta de alimentos durante meses, por la pérdida total de las cosechas tras el paso del huracán Stan. «Lo peor está por venir, porque todos los cultivos se fueron (…) la gente perdió todo, tanto en Chiapas, en Oaxaca (sureste), en Puebla, en Hidalgo (centro), entonces vamos a tener tres meses de ayuda a muchas comunidades que no van a poder sobrevivir por sí mismas», apuntó en una entrevista radial la comisionada para el desarrollo de los pueblos indígenas, Xochitl Galvez.

   Según la funcionaria, la sierra de Oaxaca, el norte del Istmo de Tehuantepec, y la zona aledaña al río Papaloapan, todas al sur del país, también fueron arrasadas por las lluvias de Stan, al igual que en Chiapas.

   El presidente Vicente Fox reconoció este lunes que «hay una gran urgencia para que con rapidez fluyan» los fondos destinados a la emergencia.

   «Aquí hay una gran urgencia para que con rapidez fluyan estos fondos», que inicialmente son de 1.500 a 2.000 millones de pesos (unos 135 a 185 millones de dólares) procedentes de los excedentes del petróleo, dijo el mandatario al presidir la creación de un gabinete ministerial de urgencia.

   A los excedentes de ingresos por el petróleo, que serán adelantados a los estados afectados, cabe añadir los más de 450 millones de dólares del Fondo Nacional para Desastres (Fonden).

   Stan, que entró el martes 4 de octubre como huracán categoría 1 y se degradó en tormenta tropical, provocó lluvias torrenciales que desbordaron más de 100 ríos, desencadenando una devastadora corriente de agua y lodo que arrasó con todo lo que encontró a su paso en regiones del este, sur y sureste de México.

   El meteoro ocasionó 28 muertos y unos dos millones de damnificados, en tanto que los daños se calculan en 1.850 millones de dólares.

   En «un 20% de las comunidades de la zona afectada del estado de Chiapas, no se había podido ingresar (la) ayuda» hasta la mañana del lunes, reconoció por su parte el portavoz presidencial, Rubén Aguilar.

   De igual forma, en el estado de Hidalgo 80 comunidades de 34 municipios se mantenían incomunicadas.

   Otro problema que enfrentan las zonas devastadas es la seguridad, ya que se han dado casos de rapiña, por lo que más de 100 policías federales se unirán a los 274 agentes ya desplegados en las zonas afectadas de Chiapas, para evitar los saqueos, informó la secretaría de Seguridad Pública.

   En Chiapas, Veracruz (este), Oaxaca, Guerrero (sur), Puebla e Hidalgo, la secretaría de Salud (SSA) implementó un cerco sanitario para evitar epidemias, en el que laboran 51.837 personas en más de 2.300 brigadas.

   En esas entidades continúan funcionando 1.181 refugios temporales, donde se albergan 285.125 damnificados, según cálculos oficiales.

   El centro de mando del gobierno federal, que encabeza la secretaría de Gobernación (Interior), informó que se mantienen en emergencia 499 municipios en los que hay 2.948 comunidades afectadas por el desborde de 107 ríos y arroyos.

   Los daños en la infraestructura ocasionados por Stan incluyen más de 20.000 líneas telefónicas averiadas, 146 puentes afectados, 453 caminos dañados, y 348.300 servicios de energía eléctrica suspendidos, entre otros.

   Desde la ciudad de México, hasta la mañana del lunes se habían recibido 500 toneladas de ayuda humanitaria en la oficina de representación del estado de Chiapas, más otras 220 toneladas de víveres que recibió de la población la alcaldía capitalina.

   Ante el desastre, el presidente Vicente Fox, que estuvo visitando las zonas a lo largo del fin de semana, sigue evaluando la conveniencia de anular su participación en la XV Cumbre Iberoamericana de Salamanca (España), prevista para iniciarse el 14 de octubre.