MONTE FUJI, Japón. (AFP) – Lewis Hamilton (McLaren-Mercedes) dio un gran golpe este domingo al ganar bajo la lluvia el Gran Premio de Japón, donde Fernando Alonso sufrió un accidente y se resignó a pasar la corona de la Fórmula 1 a su compañero de equipo.

   El británico se impuso por delante de los finlandeses Heikki Kovalainen (Renault) y Kimi Raikkonen (Ferrari) y con su cuarta victoria se queda a un paso del título en su debut en el campeonato pues lidera la clasificación con 12 puntos de ventaja sobre Alonso (107 por 95) a falta de dos carreras.

   «Se me pasaban por la cabeza muchas cosas. En las últimas vueltas pensaba en la carreras de (Ayrton) Senna y (Alain) Prost. Siento que estoy consiguiendo algo parecido a ellos», dijo Hamilton al acabar recordando los míticos duelos entre el brasileño y el francés cuando eran compañeros de equipo.

   Su compañero y archirival Alonso, encajó el duro golpe. «Si no hay un abandono de Hamilton (en alguna de las dos próximas carreras) es casi imposible», comentó.

   La carrera en el Monte Fuji, donde no se competía desde hacía 30 años, estuvo totalmente condicionada por la adversa meteorología hasta el punto de que la salida tuvo que ser lanzada tras el coche de seguridad.

   Antes de chocar contra el muro mediada la prueba, Alonso como la mayoría de pilotos, ya había sufrido muchos problemas: «Apenas veía nada por la lluvia y por eso sufrí varias salidas de pista».    Además, su auto ya estaba tocado: «Tras el accidente con (Sebastien) Vettel, el coche iba raro», explicó sobre su primer incidente grave con el alemán de Toro Rosso.    «Fue una carrera muy accidentada. Creo que todos los pilotos pensamos en muchos momentos que se podía suspender», explicó por su parte Hamilton, que tampoco se libró de los sucesos.

   «Choqué con Robert (Kubica). No podía ver”.