Cannes (Francia).  EFE.  La 65 edición del Festival de Cannes finaliza hoy con la entrega de premios y, el más codiciado, la Palma de Oro, busca dueño entre un puñado de películas que han gustado pero no impresionado, como “Amour”, de Michael Haneke; “Mud”, de Jeff Nichols, o “Holy motors”, de Leos Carax.

Las quinielas están muy abiertas y hay apuestas para todos los gustos. Y ayer, último día de la competición oficial ha entrado con fuerza “Mud”, del estadounidense  Nichols, una sólida historia con un gran Matthew McConaughey a la cabeza, que tiene en su convencionalismo su punto flaco.    Frente a esta película, otras muy rompedoras.

Hay quienes han adorado la extraña propuesta de Carax, que se llevó abucheos en su primer pase y que ha sido tan criticada como adorada, creando una polémica que en menor grado también ha provocado “Post tenebras lux”, del mexicano Carlos Reygadas.

Una gran belleza formal para una historia en la que no hay mucho que entender y en la que uno sólo pude dejarse llevar por las emociones.    Junto a estas dos películas, sin duda las mas comentadas el Festival, otras más clásicas, mucho menos radicales pero no menos profundas en sus planteamientos.

“Amour”, con la que Haneke demuestra que el amor es  ternura y pasión y que cuenta con  los franceses Jean-Louis Trintignant y Emmanuelle Riva.