Hoy 
Por JOE CAPOZZI
Del Palm Beach Post
FILADELFIA. Por la forma en que Jimmy Rollins y el torpedero de los Marlins, Hanley Ramírez, intercambiaron sonrisas antes del juego del martes, se hizo difícil ver si Ramírez se sentía mal con el torpedero de los Filis. Pero por un momento temprano en el día, Ramírez sintió su ego afectado por un comentario hecho por Rollins.
Hablando de los talentosos torpederos de alto calibre en la división Este de la Liga Nacional, Rollins fue citado en el Daily News de Filadelfia, diciendo que Ramírez no importará hasta que los Marlins importen.
Hanley, en Florida, solo es Hanley en Florida. Puedo sacarlo de los libros, dijo Rollins al diario.
José Reyes, en Nueva York. El es el hombre. Está en Nueva York, agregó Rollins.
Cuando los Marlins abrieron su clubhouse a la prensa el martes en la tarde, los jugadores tomaron una copia de la historia, riéndose y atacando a Ramírez.
El dominicano le sacó una copia a la cita, y lo puso encima de su vestidor.
Mientras los Filis se preparaban para las prácticas de bateo, el receptor Miguel Olivo y el lanzador Dontrelle Willis escoltaron a Ramírez, y una copia de la cita, resaltado con un marcador amarillo- y en el terreno se rieron junto a Rollins y sus compañeros de los Filis, Ryan Howard y Michael Bourne.
Al hablar con los periodistas que siguen a los Marlins, Rollins dijo que no le tiró a Ramírez, sino que solo quiso decir que Ramírez no recibe la publicidad que se merece porque juega en un mercado pequeño con poco público.
Pongan a Ramírez en una ciudad de mercado grande y recibirá la misma atención que el tipo en Nueva York, dijo Rollins.
Hay que tener a los fanáticos en el estadio para que comiencen los elogios. Ahora mismo en Florida, la gente simplemente no está yendo.
Ramírez, quien no estuvo contento con el artículo, insistió en que no estaba molesto con Rollins.
Eso me hará trabajar más duro, sin embargo, dijo Ramírez, quien abrió el juego con su vigésimo cuadrangular de la temporada.
Ramírez ganó el premio al Novato de la Liga Nacional la temporada pasada.
Este año está peleando por el título de bateo del viejo circuito con su compañero de equipo, Miguel Cabrera, dejando de lado la llamada Maldición de Segundo Año.
