Las dos caras del infield de los Marlins de Miami se han unido en todos los sentidos, y ahora también con su color de cabello naranja.

El gesto burlón, con foto subida a Twitter y todo lo demás, el ambiente de los Marlins es muy bueno.

Finalmente el súper talentoso Ramírez está mostrándose menos indiferente.

La llegada de Reyes lo ha hecho más cálido y la de Ozzie Guillén lo ha vuelto más humilde así como ha aprendido mucho del coach de infield, Joey Cora.

La pregunta que todo el mundo se hacía al iniciar el campo era si el ambiente en el clubhouse sería el del Ramírez que no le importaba nada o del juguetón Reyes.

Aparte de eso, estaba el tema de que Reyes le había “robado” la posición que ostentaba desde que ganó el Novato del Año en el 2006.

Reyes llegó con un mejor contrato y a Ramírez le dijeron que se moviera a tercera.

Todo el mundo también esperaba que Ramírez envenenara el clubhouse, que cada cucharada de azúcar que brindara Reyes estaría contrapuesta a una  cucharada de ácido de Ramírez.

Después de todo, el asistente especial de la oficina frontal y ex héroe de la Serie Mundial Jeff Conine el año pasado tuvo palabras muy negativas sobre Ramírez.

“Si se definiera el no respetar el juego, en términos de no salir al terreno a dar el 100 por ciento, diría que Hanley Ramírez no lo hace”.

Pero menos de una semana antes de que se inaugure el nuevo estadio de los Marlins, con su nuevo uniforme y nuevo optimismo, la nueva actitud de Ramírez es el mayor cambio.

Él ha trabajado tiempo extra para aprender a jugar tercera base. Tiene promedio de .378, con dos jonrones, incluyendo el primero en el nuevo estadio de los Marlins en un partido de exhibición contra la Universidad de Florida.

Y es el mejor amigo de Reyes, compartiendo videojuegos, cenando juntos y manejando la parte izquierda del infield de una forma muy elegante.

Ramírez fue el último en irse del clubhouse el pasado jueves, sentado en su casillero respondiendo mensajes de texto mientras un asistente del clubhouse limpiaba los protectores de los receptores. “Tengo que darle crédito a los coaches”, dijo. “Creo que Joey Cora ha sido clave. Se ha hecho un gran trabajo y él se ha asegurado de que me sienta cómodo”.