En el año 2004, mientras cursaba la carrera de veterinaria, y ante la necesidad de estudiar una materia optativa para obtener su título de grado, Hanoi Vásquez eligió la materia de “Introducción a la apicultura”. Fue en ese momento cuando inició un amor que la acompañaría toda la vida.
Luego de hacer su trabajo de tesis, cuyo tema fue sobre la enfermedad que aqueja a las abejas, -la varroa- quedó completamente enamorada de la apicultura, así como de la forma en la que están organizadas como sociedad.
Antes las preguntas sobre estos insectos, esta mujer no puede ocultar la pasión que siente por ellos, a los cuales cataloga como una “sociedad perfectamente organizada, donde cada quien hace lo que le corresponde y aunque sea muy poco lo que cada una pone, se logra el objetivo”, comenta emocionada.
Explica que lo que más le impresiona de este fascinante mundo es la organización de estos insectos, cuya duración de vida es de unos 45 días aproximadamente, y en ese tiempo logran sus objetivos desde el nacimiento hasta su muerte.
Describe la apicultura como una “agricultura familiar”, ya que esta actividad permite que tanto los hombres como las mujeres puedan tener un rol importante y los hijos pueden ver cómo los padres se involucran con el trabajo y pueden alimentarse del producto del trabajo de sus padres.
Hanoi tiene su propio apiario en Villa Altagracia, y ha logrado conseguir en su labor el anhelo de muchos: unir trabajo y familia, ya que, como explica, debido a que la apicultura no le demanda demasiado tiempo tiene la posibilidad de pasar más tiempo con su familia.
“Es un mundo maravilloso, donde todos los días se aprende algo”.
Explica que aunque pareciera que el trabajo con las abejas solo es cuestión de hombres, ciertamente las mujeres no tienen limitantes en esta faena, sino todo lo contrario, ya que ellas tienen un papel importante en la manufactura, gracias a la delicadeza propia de las mujeres, lo que permite más detalles, poniendo valor agregado, así como colocar productos más competitivos en los mercados.
Asegura que justamente es esta parte del trabajo de la apicultura en el que ella se ha involucrado y lo que más le gusta es la parte de la innovación y productos nuevos hechos a base de miel.
“Souvenirs” a base de miel de abeja. Esta madre de dos hijos dice que ha encontrado en los apiarios no solo una pasión, sino que también la oportunidad de explorar en el mundo de los negocios.
Hanoi cuenta que como su apiario es pequeño y no tiene la capacidad de comercializar la miel a gran escala, se ha enfocado en un nicho de mercado más pequeño: el de los “souvenirs”.
Explica que inicialmente comenzó haciendo algunos detalles para la época navideña, pero hoy por hoy hace todo tipo de detalles para bodas, proyectos, detalles personalizados para cada día y más.
Su proyecto de emprendimiento no se limita a pequeños detalles de recuerdo, sino que en la actualidad se encuentra desarrollando ideas para ampliar la oferta, comercializando dulces, recetas, jarabes, jabones y otros productos utilizando los productos de la colmena como la miel, la cera, propóleos, jalea real, y la apitoxina.