POR ODALIS MEJIA
Será celebrada en el país la “Primera Conferencia Internacional para el futuro de las relaciones de la República Dominicana y Haití” que tendrá como objetivo movilizar esfuerzos en la construcción de una relación bilateral positiva y honorable que reduzca los niveles de conflictos entre ambas naciones.

La actividad, coordinada por el Diálogo Domínico Haitiano de las Iglesias Evangélicas y el Servicio Social de Iglesias Dominicanas, tendrá lugar del tres al cinco  de mayo en el hotel Dominican Fiesta.

Entre las motivaciones del evento están  la necesidad de cultivar los avances en las relaciones de ambas naciones y su posición estratégica en el Caribe como puerta y entrada de miles de extranjeros que emigran por la aspiración de construir un proyecto de vida que les niega su país de origen.

Además, la vulnerabilidad de ambos estados en contención e interdicción de los delitos internacionales que amenazan permanentemente toda la región.

Las organizaciones convocantes toman en cuenta  el reto intransferible que llevan sobre sus hombros los dos países para formular políticas estatales que estimulen la buena vecindad.

Con el encuentro se busca promover la supresión del lenguaje insultante, hiriente y de exclusión en y desde los medios de comunicación, e incluir a la sociedad civil en la tarea de estimular programas y planes de integración social, laboral y familiar en las relaciones de los países.

Otros de los objetivos son: estimular la inclusión de la clase política  en el diseño y aplicación de los protocolos para mejorar las relaciones,  y facilitar a las iglesias, la labor de promover la prédica espiritual que lleve a su mínima expresión las tensiones entre los dos pueblos y estimulen la tolerancia mutua.

A la conferencia están invitados representantes de los dos gobiernos, de organismos y agencias internacionales, de los partidos políticos, de la sociedad civil, religiosos, diplomáticos, congresistas, intelectuales y académicos.

Entre los temas que se discutirán en la conferencia se encuentran: propuestas de soluciones conjunta del Estado Haitiano y el Dominicano; la responsabilidad de los medios de comunicación e la construcción de un ambiente de armonía social.

También están, las oportunidades de la sociedad civil en la construcción de unas relaciones productivas y solidarias para los dos pueblos; los aportes de la clase política haitiana y dominicana en el enriquecimiento comercial, cultural, diplomático y social para los dos Estados y las capacidades y habilidades sociales y espirituales que disponen las iglesias en las tareas de aceptación, tolerancia y proximidad de estas dos naciones.