Harapos del debate

Harapos del debate

UBI RIVAS
El debate político, fundamentalmente del PRD, que es el partido a vencer por el PLD en los comicios del año venidero, está en un virtual y/o absoluto referente de harapos.

Harapos que se contraen a dirimir fortunas entre los principales dirigentes de los dos partidos electoralmente más grandes del país hoy por hoy, en los salarios de los principales funcionarios del gobierno, en lo que el candidato presidencial del PRD proclama que hará de merecer el favor de las mayorías votantes.

El asunto es que al PRD en verdad le resulta difícil prometer grandes obras, cuando en el cuarto gobierno perredeísta, en realidad no se hizo ninguna. ¿O se hizo?

El PRD debe en la persona de su candidato presidencial, ingeniero Miguel Vargas, no salirse de la raya, no «pisar la grama», porque el presidente Leonel Fernández, que las tiene todas consigo para triunfar en su propósito de reelegirse, podría enrostrarle, cuando se aproxime el certamen cívico, no ahora, porque los efectos podrían diluirse, en relación a los megadesaciertos del gobierno anterior.

Por ejemplo, las autoridades monetarias no cumplir su rol de fiscalizar correctamente el discurrir bancario que ocasionó un déficit de RD$88 mil millones, la quiebra de más de 50 mil empresas de todos los niveles y conducir torpemente el signo monetario a 55×1 frente al dólar norteamericano.

Es lo que se denomina un sunami político, un Bin Laden económico, un yerro de proporciones cuasi impredecibles, ocasionado fundamentalmente porque el Estado era conducido por una persona carente de sindéresis.

Nunca más, el elector dominicano deberá aventurarse, y dudo en que tropiece con la misma piedra, es escoger para que conduzca sus destinos un político incapaz de diferenciar lo excelente de lo improductivo.

Mejor desempeño haría Miguel Vargas, excelente persona, amante de las artes y la conversación nutricia, en delinear un proyecto de nación, en todas sus variantes, economía, medio-ambiente, seguridad social, educación, salud, de lo que sería su gobierno en la probabilidad de ser escogido por mayoría por sus paisanos.

Esa perspectiva, mostrada al país, mediante los medios de comunicación electrónicos, que por lo menos, quien suscribe, no cobra un céntimo a nadie nunca, sino a los patrocinadores comerciales de todos los programas de radio y TV, y así la campaña electoral resultaría menos forzada y más económica.

Miguel Vargas dispone de un equipo económico competente, también de asesores experimentados, que debieran de orientarlo por esa perspectiva beneficiosa para él, para el PRD y para el país, y en la que todos saldríamos gananciosos, por lo menos si no le sonríe un triunfo, que sirva a quien lo venza en la contienda electoral, de bases para implementar modelos de gobierno.

El debate electoral debe revitalizarse de harapos a etiqueta, porque el elector sabe diferenciar entre lo uno y lo otro, y con la calma que asimila ambas vertientes, deposita su voto decisivo para decidir el destino nacional.

No hay tiempo que perder, no mirar hacia atrás para reeditar la reseña bíblica en relación a la mujer de Lot, convertida en estatua de sal por desconfiar en Yavé.

Miguel Vargas debe y tiene que suscribir la confianza del elector para que le devuelva ese íntimo sentir en favor electivo, proponiéndole ofertas atractivas, que es como se conquista al electorado como se conquista a una mujer cuando la enamoramos y aspiramos poseerla, no con dimes y diretes de comadres de patio tirándose de las greñas en garatas con palabrones y trompicones.

Debemos todos propiciar la altura del debate, exponer los candidatos a los electores sus ofertas de gobierno, sus proyectos de nación, y así las cosas caminarán mejor y nos haremos referentes de entes civilizados, no de homínidos o el Yeti abominable de las nieves con que pretenden asustarnos los cientistas.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas