Harían playa artificial

Harían playa artificial

POR LEONORA RAMÍREZ S.
La idea de crear en el malecón de  Santo Domingo una infraestructura artificial, llámese isla, atracadero, o balneario de las mil maravillas, no es una innovación de la «Global Group», empresa representada por el cubano Augusto Menéndez, sino que repite una  aspiración de José Francisco Peña Gómez, extinto presidente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), quien en 1982 anunció el interés de inversionistas españoles de construir una playa artificial en el referido litoral.

Bajo la premisa de que Santo Domingo podría convertirse en la meca turística del Caribe, el dirigente perredeista llevó ese propósito al Cabildo del Distrito Nacional en 1984, cuando fungía como síndico de esa demarcación.

De hecho, el  28 de febrero de 1984 la Sala Capital de ese ayuntamiento conoció la solicitud de préstamo, por un monto de RD$50,000, para realizar los estudios de factibilidad. El financiamiento se suscribiría con el Fondo Dominicano de Pre-Inversión,  adscrito al Secretariado Técnico de la Presidencia.

El 11 de marzo del mismo año Peña Gómez, quien al momento de su muerte (10 de mayo de 1998) era el presidente del PRD, firmó el acuerdo mediante el cual a la empresa brasileña «Magnagement Consoulting Services» se le encargaron los estudios geológicos en la zona de Guibia, para lo cual esa firma debía invertir una contrapartida de RD$35,000.

«Si bien en un sondeo preliminar la compañía determinó la existencia de posibilidades para la construcción de la playa artificial, hay que contar con los obstáculos que representan los residuos cloacales de la ciudad, y los sedimentos de arena que arrastran las corrientes marinas.

«El estudio comprenderá un análisis de la situación de los desagües fluviales y sanitarios de la ciudad en el mar, y se tomarán en cuenta los sedimentos que arrastra el río Ozama y los residuos industriales que se vierten en el río Isabela», explicó Peña Gómez.

AUTOFINANCIAMIENTO…

Respecto al costo del proyecto precisó que era autofinanciable, ya que tendrían vocación turística los terrenos que se pretendían rescatar del mar.

De resultar muy costoso el plan, planteaba el dirigente perredeista,  o si los elevados niveles de contaminación impidiesen su ejecución, se haría una red de piscinas en todo el litoral.

«O irá la playa o irá la piscina, pero el malecón sí será diferente cuando yo haya entregado el bastón del mando de la sindicatura».                                                  

NUOVO MUNDO 21

Luego de 20 años, los munícipes del Distrito Nacional reciben la noticia, anunciada con   bombos y platillos por el  secretario de Estado sin Cartera, Eduardo Selman, de que la empresa Global Strategic Investment, que preside el arquitecto dominicano Eulogio Santaella y cuya subsidiaria es la Global Group, edificaría una isla artificial en el malecón de Santo Domingo, que llevaría por nombre Nuovo Mundo 21.

La infraestructura, que tendría un millón de metros cuadrados, sería desarrollada por la  compañía canadiense Santo Domingo Redevelopment Limited, la cual obtuvo esos derechos mediante un decreto presidencial del 23 de marzo del 2004, ratificado el 15 de junio del 2005 bajo contrato para la construcción, desarrollo, explotación y operación de la misma.

Mediante ese acuerdo se tomarían terrenos de mar, en la porción que se extiende desde la avenida Winston  Churchill por la parte Sur, hasta el rompeolas que está frente al obelisco en la esquina formada por las calles Ángel Guerrero y George Washington, en la  zona de Ciudad Nueva, para darle vocación residencial, comercial, turística, de servicios  y recreación.

LA OPOSICION

Pese a que los promotores de la obra aseguran que el Estado dominicano no tendría que hacer ninguna inversión, diversos sectores se oponen a que el Congreso Nacional ratifique ese contrato, alegando que el Estado resultaría lesionado por la cantidad de garantías que recibirían los inversionistas, algunas sujetas a siniestros naturales y a la estabilidad de la moneda dominicana.

Pero el mayor cuestionamiento pesa sobre Menéndez, ideólogo de  la isla artificial y propietario de la ‘‘Global Group’’, firma subsidiaria de ‘‘Global Strategic Investment», pues éste tendría una impronta de casos judiciales que incluyen sentencias condenatorias en su contra, demandas y denuncias ante los tribunales dominicanos, resultado de presuntas estafas que perjudican a empresas y particulares, de acuerdo con un reportaje presentado en el programa televisivo «Nuria», que transmite  Nuria Piera por Color Visión.

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