Los huracanes Harvey e Irma no solo han impactado en las costas de Estados Unidos y otros países del Caribe, sino que además han sacudido con fuerza los precios del petróleo, provocando una escalada por encima de los 55 dólares el tipo brent, unos niveles que no se veían desde principios de abril.
Según una publicación del diario Expansión, ambos fenómenos han generado un efecto complejo sobre el mercado petrolero ya que, por un lado, han supuesto un fuerte recorte de la producción de crudo y, por otro, han hundido la demanda de petróleo en las zonas afectadas. Con todo ello, de momento parece que los efectos alcistas tienen mucha más influencia que los bajistas, aunque está por ver durante cuánto tiempo se mantiene este impulso. “En primer lugar, el huracán Harvey supuso un enorme mazazo a la producción de crudo al impactar en el Golfo de México y en Texas, el centro neurálgico del bombeo de petróleo en Estados Unidos. En concreto, el bombeo de crudo cayó en 750.000 barriles al día en la última semana de agosto, marcando el registro más bajo desde finales del año pasado. No obstante, hay que tener en cuenta que la producción de crudo en el Golfo de México tiene una incidencia cada vez menor en el mercado global, debido a que buena parte de este bombeo se ha trasladado de las plataformas en alta mar al fracking. Con ello, el efecto en el parqué ha sido inferior al del Katrina, a pesar de tener una fuerza destructora mayor que éste, explica la publicación.
Sin embargo, observa que el mayor efecto ha tenido lugar en torno a la capacidad de refino, que se encuentra en gran medida en la costa, limitando en última instancia la producción petrolera. “En concreto, y según las estimaciones de la consultora Raymond James, la tormenta sacó más de 2 millones de barriles de petróleo al día en las refinerías de la zona”, agrega.
Indica que los cierres han afectado a compañías como ExxonMobil (561.000 barriles de petróleo al día en Baytown), Valero Energy (470.000 barriles en sus refinerías de Corpus Christi y Three Rivers), Royal Dutch Shell/Pemex (312.000 en una instalación conjunta en Deer Park), Koch Industries (300.000 en Corpus Christi), Phillips 66 (247.000 en Sweeny) y Petrobras (106.000 en Pasadena), entre otros. Esto ha limitado enormemente la capacidad de producción de carburantes en el país, elevando los precios en torno a un 7%.
Con todo, todavía es pronto para saber cuál será el impacto del huracán en el medio plazo. Si bien algunos campos y refinerías suspendieron su actividad de forma cautelar y, una vez acabado el temporal y habiendo salido prácticamente ilesas, la han retomado, otras han quedado mucho más afectadas y tardarán en recuperarse. Por el momento, se han recuperado tres cuartas partes de los barriles que Harvey puso fuera de juego, pero queda por ver cuándo se podrá reintroducir el resto.