¿Hasta cuánto?

¿Hasta cuánto?

El gobierno es el administrador de las relaciones entre los ciudadanos y entre los gobernantes y gobernados. Quienes dirigen los poderes públicos tienen responsabilidades que van más allá de lo que muchos llegan a entender.

¿Es irresponsabilidad, desconocimiento o maldad, el ejercicio del poder político de espaldas al pueblo, con un desprecio inimaginable por las necesidades de salud, paz, trabajo, armonía, equilibrio?

En la película “Fantasía” de Walt Disney “El aprendiz de brujo”   lo personifica un ratón que convoca la lluvia y las aguas lo ahogan; pienso en tanto aprendiz de brujo que nos ha tocado en el poder y si es la historia manifestándose como burla.

El gobierno juega en muchos escenarios al mismo tiempo, con el objetivo de que se fije la atención en uno u otro de ellos y no se vea el desastre provocado en su labor de conjunto. Esta semana el gobierno finteó al sector empresarial, presentó un propósito en dos puños como si forzosamente constituyeran una unidad ¿resultados? todos contentos: el gobierno se salió con la suya y creó nuevos impuestos que afectan los costos de toda actividad; el empresariado “logró” que sólo se le aplicara uno de los tributos con que lo tenía amenazado.

La pírrica victoria afecta desde ya el magro bolsillo de los consumidores quienes pagaremos más caro todo lo que se mueve con combustibles derivados del petróleo y todo lo demás.

¿Cuándo los empresarios, comerciantes, industriales han asumido los impuestos sin traspasar ese costo a los consumidores? No hay que ser un sabio para saber que aumentarán todos los precios de todo.

¿Cuál fue el argumento del gobierno para este nuevo golpe en las costillas del consumidor? desequilibrio en el Presupuesto de Ingresos y Ley de Gastos Públicos.

¿Quién calcula los ingresos futuros del gobierno y los gastos a realizar el año siguiente? El gobierno. Ello indica que cuando se formuló el Presupuesto se sabía que iban a necesitar mayores ingresos que los consignados en la propuesta. ¿De qué modo se financiarían? Con préstamos extranjeros y con mayores impuestos. Estamos, pues, ante una nueva situación de engaño al pueblo.

¿Y para qué quiere el gobierno mayores ingresos tanto nacionales como extranjeros? Para seguir la espiral que ahogó al aprendiz de brujo cuando no  pudo manejar tanta agua. Para seguir la borrachera provocada por el ejercicio del poder sin límites que ha permitido el enriquecimiento acelerado de funcionarios cuyo origen humilde ocultan tras la abundancia de bienes mal habidos.

¿Debe el pueblo dominicano pagar la resaca del robo, corrupción y dispendio?

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