Hasta las últimas inconsecuencias

Hasta las últimas inconsecuencias

ENRIQUE PÉREZ VÉLEZ
Con bastante frecuencia escuchamos a influyentes representantes de los tres poderes del Estado de que tal o cual caso será investigado minuciosamente y que será llevado hasta las últimas consecuencias, y para darle mayor énfasis a la supuesta acción dicen que nadie está por encima de la ley, que no habrán vacas sagradas y que caerán muchos santos del altar, no importa que sean de cuello blanco y blá blá, blá, gastado discurso que nadie le hace caso, porque la población está “jarta” de escuchar la misma voncinglería de cada uno de los personajes que se han sentado en la codiciada silla flexibles alfileres, par disfrazar los delitos “personalizados” para que no pasen de la primera secuencia, excelente argumento para la comedia “Borrón y cuenta nueva” que tan buenos dividendos le genera a los actores que participan en dicha farsa.

La tele-novela “Hasta las últimas consecuencias” permanece en cartel en tandas corridas desde 1963, con renovado elenco en el año 2000 y 2004, y el actor principal en su versión de agosto pasado, escenificó un dramático “Cero tolerancia”, refiriéndose al azote de la corrupción que arropa a todos los estamentos del país, genética indelicadeza que el Pequeño Larousse cataloga de putrefacción, porque la corrupción de la carne es más rápida en verano.

En nuestra querida Quisqueya, la putrefacción de la carne de nuestros políticos comienza en otoño cada 16 de agosto, cada cuatro años y, ni el frío invierno detiene su descomposición, podredumbre que persiste en las demás estaciones del año.

En los predios del Poder Legislativo, “hasta las últimas consecuencias” se evapora en la primera secuencia, con el caso del carro Mercedes Benz que se le había exonerado a un “prominente” hacedor de leyes, que según el decir de reputados juristas, su venta no califica hasta después de cinco años, a menos que se paguen los impuestos correspondientes; no obstante, sin cumplir ese requisito, el extraditado “Don” compró ese vehículo en una “agencia de carros”, lo que demuestra que en ese enclave los hacedores de leyes no tienen ningún empacho en violar las leyes que hacen. Otra de las travesuras de quienes dicen representar el pueblo.

Nuestros imponentes congresistas que en los medios de comunicación masiva promocionan la “transparencia” de sus actuaciones con el eslogan de “legislando para una patria mejor”, para los perredeistas, honrado dicho slogan, los “honorables senadores” le cierran la vía de comunicación a las tropas del Poder Ejecutivo, impidiéndole el pase de importantes proyectos de leyes que forman parte del acuerdo con el FMI, instrumento que según los entendidos trata de corregir los tollos económicos que hiciera el gobierno pepachista en el anterior cuatrienio, sin importarles si esta deplorable acción puede empeorar las condiciones económicas del país y de sus habitantes, pero, como primero la gente perredeísta, el agresivo “gremio de legisladores” le formula un pliego de condiciones al Poder Ejecutivo para abrirle la frontera, y como principal demanda para negociar figura el “intercambio de disparo” entre gobernabilidad e impunidad, que atenta contra nuestra democracia. Vean, como dicen nuestros campesinos, la gente que se hace llamar los representantes del pueblo. Que el Señor nos proteja.

Los gases tóxicos de las inconsecuencias se esparcen también por el Poder Judicial con la lentitud en administrar justicia. El caso de Hatuey Decamps vs PRD, de aparente connotación política y de rápida solución, la Suprema Corte de Justicia necesitó más de un año para dictaminar que no tenía competencia en el caso, en razón de que las decisiones de la Junta Central Electoral no pueden ser anuladas, ni modificadas, ni sustituidas por la acción de ninguna otra institución de Estado. Con razón hay tantos presos preventivos y montañas de casos sin resolver.

En otro “considerando”, el rumor público manifiesta su preocupación sobre el caso del abogado que en audiencia le faltó el respeto al presidente de la Suprema Corte de Justicia y este no tomó ninguna acción disciplinaria contra el abogado en falta. Un sabio refrán dice que quien tolera la primera, que espere pronto a segunda.

Un reportaje que aparece en la página 17 de HOY del 24-02-05, dice que dan un plazo hasta el 15 del presente mes para recuperar 63 vehículos sin identidad, y se refiere a una parte de los 125 vehículos robados y recuperados por la Policía Nacional, que miembros de esa institución y de las Fuerzas Armadas usufructuaban indebidamente y que de no procurarlos antes de la mencionada fecha, posiblemente serían repartidos a entidades estatales.

Resulta sumamente sospechoso que nadie haya reclamado esos 63 vehículos, en razón del alto costo de cada unidad. ¿Acaso no ha pensado el Ministerio Público realizar una minuciosa investigación y llevarla hasta las últimas consecuencias, para determinar las “consecuencias” o razones por la cual no se han reclamado esos vehículos? Indiscutiblemente que ahí tiene que haber gato encerrado, porque muchos de esos vehículos tienen que haber sido reportados robado antes de la detención del alijo y del “Don”, por lo que sería conveniente investigar esta inconsecuencia, que podría dar pistas para determinar que se encubre con esta dejadez.

Las inconsecuencias continúan. Nuestro país, moral y económicamente se puede decir que está prácticamente quebrado. No aparece dinero para suplir de equipos y medicinas a los hospitales públicos, ni para la Secretaría de Educación, pues HOY del 11-03-05, dice que dicha secretaría no ha podido iniciar los trabajos de reparación de 1,635 aulas por la falta de los cheques de avance, pero, ahorita, como dicen los mejicanos, se le entregará a los partidos políticos el 3/4% de los ingresos nacionales, “boronita” que representa más de trescientos millones de pesos. Ahí si se llega hasta las últimas inconsecuencias.

Para enumerar las diarias inconsecuencias necesitaría por lo menos una página del periódico, así es que para cerrar estas cuartillas citaré una última inconsecuencia al estilo del Dr. Balaguer, el genio de las comisiones “tente ahí”, para entretener a los “usuarios” de protesta y demandas. Este Gobierno recién creó la Comisión Nacional de Etica y Combate a la Corrupción, que luce innecesaria porque existe el llamado Desprecio, o sea el Departamento de Prevención contra la Corrupción, que si hubiera voluntad política con glándula testicular, ni modo, e´ pa la cárcel que van los usurpadores de fondos públicos.

Al Gobierno que deje de mangonear con denuncias tente ahí, que tenga presente que el 16 de mayo de 2006 estarán en ofertas unas doscientas curules en el Congreso Nacional, para aquellos hombres y mujeres que defienden con valentía y gallardía los intereses de pueblo dominicano, por lo que sí los peledeístas siguen de pusilánimes, ese 16 de mayo, ese el pueblo, en las urnas les dirá e»pa fuera que van, entonces llorarán como mujeres lo que no supieron defender como hombres.

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