Hasta los expertos pueden confundirse con la oposición

Hasta los expertos pueden confundirse con la oposición

Teófilo Quico Tabar

A no ser que se trate de una acción fríamente calculada, los acontecimientos en el ámbito de la oposición, específicamente en el PRM y la llamada Convergencia, no solo está confundiendo a la opinión pública, sino a muchos que se supone deben conocer sus estrategias y tácticas, ya que muy pocos pueden afirmar que saben a ciencia cierta por dónde están orientando sus pasos. La confusión se manifiesta de manera más evidente, luego de los últimos actos, declaraciones y proclamación.

Porque independientemente de que, sin haberse definido, según los propios dirigentes, clara y oficialmente los organismos de decisión, estatutos y reglamentos del PRM, se lanzaron a buscar una alianza con otras organizaciones políticas y a promover candidaturas presidenciales. O sea, que sin tener claro cómo funcionaría la nueva organización, y de qué forma se escogerían sus dirigentes y candidatos, decidieron buscar acuerdos con otros grupos, que sí tenían definido desde hace tiempo su accionar, sus dirigencias y sus objetivos, y ahora, para mayor confusión, uno de los aliados de la Convergencia proclamó a uno de los aspirantes del PRM como candidato presidencial.

Desde luego, esta proclamación podría ser considerada como algo normal, o como nada del otro mundo, sino un simple golpe de efecto, pero podrían correr el riesgo de precipitar la situación de la Convergencia y del propio PRM, porque es evidente que dentro del naciente partido y la propia Convergencia hay varios aspirantes a la candidatura presidencial, aunque dos ocupen la atención de la mayoría: Hipólito Mejía que todavía no ha oficializado sus aspiraciones, y Luis Abinader que desde hace tiempo anunció sus propósitos, pero también Amaury Justo y Geanilda Vázquez.

Lo que preocupa, no es que haya varios aspirantes, sino que, si realmente existía la intención de formalizar una alianza por vía de la Convergencia, pudieron esperar hasta que todo se formalizara, para de manera conjunta, anunciar quienes en definitiva los representarán como candidatos. Porque imagínense ustedes que mañana, otro de los grupos proclame a Hipólito Mejía, a Amaury o a Geanilda como candidatos. Eso no solo aumentaría la confusión, sino que podría conducirlos a que todo se les derrumbe en el camino.

Cualquiera podría pensar que lo que está sucediendo es producto de que alguien, viendo que había varios cabos sueltos, se confundió y comenzó a halar uno sin darse cuenta de que no era el de su barco. Por eso, primero hay que atar los cabos para saber dónde está la nave y que el esfuerzo no resulte en vano.

Pero a pesar de la confusión y de que las cosas en el PRM no estén claramente definidas, todavía tienen suficiente tiempo de aquí al 2016, además, cuentan con personas sensatas y de experiencia, por lo que es de esperarse que corrijan rápidamente cualquier acción que pudiera ser considerada precipitada o individualista, pues de lo contrario, los colocará en una situación extremadamente difícil. Para la nueva organización y sus líderes, especialmente los emergentes, y para la llamada Convergencia.

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