Hay abundancia de superhéroes
en las producciones

Hay abundancia de superhéroes<BR>en las producciones

Y esta semana no viene uno sólo como “El hombre araña”, sino cuatro con poderes fantásticos que luchan contra esos villanos que tienen como objetivo la destrucción de nuestro planeta.

El cine de hoy en día, el cine veraniego específicamente, se caracteriza por recurrir con mucha frecuencia al mundo de los “comics”.

Confesamos que nuestro héroe preferido de la infancia no tenía superpoderes, aunque cargara según sus detractores, con un racismo indiscutible.

Pero nosotros no pensábamos en eso cuando veíamos a Tarzán saltar de liana en liana y lo que despertaba nuestra imaginación era todo ese mundo selvático de salvajes cocodrilos, elefantes y monos.

Nos hacía gracia Cheetah y soñábamos con tener una casa en un árbol.

De todas maneras ni despreciábamos a Superman ni a Batman, aunque entre Metrópolis y Ciudad Gótica, nos quedábamos con la primera.

Los efectos especiales resultaban tan rudimentarios en las películas sobre estos personajes que hoy, al volverlas a ver, inevitablemente tenemos que pensar en lo ingenuo que éramos en aquellos tiempos donde con bombillitas de colores y una serie de botones concebíamos una nave espacial.

En las tiras cómicas de los periódicos teníamos a Terry y los piratas, al Fantasma, a Dick Tracy a muchos otros, mientras que en los seriales de las tandas  vermouth y matinés Flash Gordon, Buck Rogers, el Capitán América y muchos más se exponían a mortales peligros y quedaban atrapados en las  más siniestras trampas al culminar cada episodio, siendo el destino de nuestros héroes totalmente incierto, aunque en el fondo sabíamos que por muchas artimañas y asechanzas que los malvados emplearan, los protagonistas  siempre iban a salir invictos. Si ingenuas eran las producciones norteamericanas, las mejicanas, con el Santo a la cabeza, se convertían en el delirio para cualquier fanático del “Camp” o del “Kitch”. Y al Santo, el famoso “enmascarado de plata”,    teníamos que sumarle a Blue Demon y aquel Kalimán con poderes telepáticos y turbante que llegaba hasta el siniestro mundo de Humanón, un sabio monstruoso coleccionista de cerebros. Desde “Rocketeer” a “La sombra”, desde Doc Savage a Modesty Blaise, desde Barbarella a Aeon Flux, desde Hulk a Daredevil y a muchísimas otras invenciones de la casa Marvel, los Superhéroes han ocupado un espacio importantísimo en la imaginación de pequeños y grandes. Con poderes y sin poderes, con licencia para matar como Bond o sin licencia de ningún tipo, estos personajes son parte importantísima de nuestra evasión.

A ellos, no hay duda, les debemos muchísimos momentos felices.

Menos en número que “Los hombres X”, pero más que Batman y Robin, “Los 4 fantásticos”, en su segunda entrega, llegan esta semana a nuestras salas de cine.

No hay otra cosa. No hay otra opción. Vamos entonces a disfrutarlos en la medida de lo posible, aunque lejos estén los tiempos en los que nos entusiasmábamos con este tipo de aventuras.

LOS CUATRO FANTASTICOS Y SILVER SURFER

(Título original: Fantastic four: Rise of the Silver Surfer, Dir: Tim Store, Int:Ioan Groffudd, Jessica Alba, Chris Evans, Michael Chiklis, Laurence Fishbourne, Julian McMahon)

Al menos esta es corta y se excede muy poco de los noventa minutos reglamentarios, los efectos son correctos y tiene alguna que otra ocurrencia que vale la pena como la presencia a la boda de Stan Lee sin llevar la invitación. Por lo demás, todo marcha según lo previsto y sin demasiada originalidad.

Siempre tendremos a los villanos que quieren destruir al mundo, y en este caso, al estilo Galactus,  devorarlo y los efectos, cada vez más impactantes, nos presentarán a grandes ciudades siendo destruidas gracias a los poderes diabólicos del enemigo que, no conforme con eso, altera el clima del planeta e indirectamente  trastoca los poderes de nuestros amigos.

No hay nada memorable en esta secuela, pero tampoco hay demasiadas cosas reprochables.

Pasará sin pena ni gloria a los anales de las adaptaciones de “Comics” a la gran pantalla, pero les confesamos, nos aburrió muchísimo menos que “El hombre araña” en su tercera entrega.
Calificación: 2 (Regular)

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