Sostenemos que sí. El término “comunicador” es de nueva aplicación en el ejercicio periodístico. Hace unos años usted era periodista, redactor, editor, etcétera.
Luego se crearon las escuelas de Comunicación Social de las universidades, sin embargo, seguimos siendo periodistas, y todos los adjetivos que contienen el primer párrafo. Ahora todos los ciudadanos que poseen un “aparatico” celular es un potencial periodista, comunicador, e incluso, recientemente un joven se paró en una actividad que participábamos, e insinuó, entre otras cosas, la desaparición de los medios impresos. Craso error, ya que por más redes sociales que existan en el globo terráqueo, siempre existirán los documentos físicos. Recuerdo el papiro en tiempo antiquísimo. Pues bien… a nuestro juicio, el término comunicador se ha popularizado en la República Dominicana, por la invasión indiscriminada que han tenido los medios de comunicación, de personas que incursionan en el periodismo sin ninguna preparación en esa rama, sino que son profesionales de otras carreras, como abogados, ingenieros, médicos, etcétera. Pero además, existen “comunicadores”, carentes de preparación básica, pero al tener un par de pesos, arriendan un espacio en la radio o televisión y se “enganchan” a periodista y son llamados de inmediato comunicador. Todo esto ha venido pasando por los débiles que son nuestras instituciones en sentido general. Al Colegio Dominicano de Periodistas (CDP) se le ha hecho casi imposible desarrollar con eficiencia la Ley de colegiación periodística en el país; comenzando con un porcentaje mínimo que deberían pagar las empresas por publicidad al CDP, y la entidad carece de mecanismo para una cobranza efectiva-
Mucho menos ha podido el CDP regular la incursión de personas al ejercicio periodístico sin serlo. Incluso, sin preparación académica. Un problema serio de verdad, pero lamentablemente, así son las cosas en nuestra querida República Dominicana.