POR ANTONIO VALDEZ
El baloncesto norteamericano ha dejado de ser un modelo de limpieza y ejemplo. Después de varios escándalos protagonizado por algunos de sus miembros, la NBA busca limpiar su imagen a toda costa.

Cada vez son más frecuentes los problemas relacionados con jóvenes que ingresan al sorteo o draft, quienes no poseen esa experiencia para codearse con una sociedad la cual cambió su estilo de vida.

Cada año surgen  jugadores escolares que dan el salto al pro sin pasar por la universidad, sin obtener una madurez ni un nivel de sociabilización adecuado para adaptarse a un mundo exigente, competitivo y donde abunda el dinero.

La NBA adolece en estos momentos de estrellas carismáticas y de jugadores capaces de transmitir valores positivos al exterior. En otras palabras, está carente de ‘glamour’.

Los Detroit Pistons de finales de los 80s y principios de los ‘90s, fueron bautizados como los ‘Chicos Malos’, por la rudeza de su juego para con el contrario. En aquel entonces, esos malos estaban encabezados por Bill Laimbeer, Vinnie Johnson, John Salley, Dennis Rodman, James Edwards y otros.

Pero los ‘Chicos Malos’ de hoy, no se caracterizan por ser rudos en el juego, sino por una conducta impropia de jugadores netamente consagrados a la disciplina dentro y fuera de la cancha como lo fueron Kareem Abdur-Jabbar, John Stockton, Julius Erving, Larry Bird y Michael Jordan.

MALOS EJEMPLOS

Latrell Sprewell protagonizó un escándalo con el coach P.J. Carlesimo cuando pertenecía a los Golden State Warriors, en 1997. Sprewell tomó a Carlesimo por el cuello y trató de estrangularlo. Eso lo llevó a ser suspendido sin pago y la situación generó ventilar su caso en la justicia.

Sprewell fue cambiado a los New York Knicks en diciembre por John Starks, Chris Mills y Terry Cummings, en enero de 1999, y su contrato reinstalado por un juez-árbitro, pero fue suspendido durante toda la campaña 1997-98

Allen Iverson mantiene una trayectoria cuestionable, desde sus años colegial. Jugó en Georgetown Univesity a solicitud del coach John Thompson, por cuyas acciones se responsabilizó.

La imagen de Iverson no es la mejor para calificar como ejemplo en la juventud. Sus tatuajes, forma de vestir y discusiones con el coach de entonces en Filadelfia Sixers, Larry Brown, hicieron que éste abandonara la organización.

Kobe Bryant es uno de los más talentosos jugadores de actualidad, pero que en estos momentos está involucrado en un caso de violación sexual y no se sabe cual será su futuro inmediato, en términos de justicia. Durante las Finales de NBA, Bryant viajó a juicio en dos oportunidades y su acusadora siempre mantuvo su posición, aunque luego fue declarado no culpable.

Jason Williams, un centro que jugó toda su carrera para los New Jersey Nets, y que sorpresivamente se retiró de la NBA, fue acusado de homicidio, al ser hallado culpable de la muerte de uno de sus guardaespaldas.

Ron Artest, el forward de los Indiana Pacers, ha sido suspendido por los respectivos a los cuales ha pertenecido (Chicago Bulls e Indiana Pacers) por conducta impropia de un jugador tanto fuera como dentro de la cancha.

Carmelo Anthony se vio involucrado en el más reciente caso de un jugador con problemas extras. Anthony fue acusado de posesión de marihuana, al ser encontrado un paquete en sus pertenencias al arribar a Denver luego de un partido de pretemporada.

Dennis Rodman se peleaba con los árbitros y el público, al extremo de quitarse la camiseta de juego y enviarla al público. El pelo de varios colores, sus tatuajes, aretes y extravagancias daban la impresión que uno estaba en presencia de un indio de una tribu desconocida.

Rodman también llevó sus andanzas fuera de la cancha, al ser arrestado en varias ocasiones abrio. Casó con la actriz Carmen Electra en Las Vegas y varios días despues lo anuló argumentando que estaba bajo los efectos del alcohol y no sabía que hacía. Incursionó en el cine y fue un fracaso, pero se declaró bisexual, cosa esta que lo descarta para la NBA.

Los jugadores tiene altas y bajas, pero más sobresalen las bajas, pues estas aparecen en escándalos sexuales, drogas, corrupción, dinero oculto y apuestas clandestinas.