Ejecutivos empresariales globales permanecen cautelosamente optimistas de que la economía mundial mejorará en los próximos meses, de acuerdo al encuesta FT/Economist Global Business Barometer.

Aunque los temores de una depresión financiera en la eurozona se han suavizado, la data ha ensombrecido la perspectiva para el comercio global en el segundo trimestre. Los ejecutivos aún están optimistas, no obstante, de que las condiciones se volverán más favorables en los próximos seis meses para la economía global.

De las 1,600 personas encuestadas, un 27% esperaba que las condiciones mejoraran, contra un 21% que esperaba que la perspectiva empeorara. El resto piensa que las condiciones seguirían igual.

Las cifras continúan la tendencia que comenzó este año, cuando los ejecutivos estaban más optimistas sobre la perspectiva global que pesimistas por primera vez desde mediados del 2011.

En febrero, un 29% pensaba que las condiciones mejorarían y un 22% pensaba lo contrario.

Los comentarios por parte de Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, de que él haría “lo que se necesitara” para prevenir una división de la eurozona han sido acreditados con el alivio de los temores de una crisis financiera global total.

No obstante, más de uno de cada cuatro respondientes dijeron que el manejo del rescate de Chipre por parte de las autoridades europeas ha incrementado sus preocupaciones sobre la futura estabilidad del bloque monetario.

Los ejecutivos estuvieron positivos sobre el ambiente empresarial. Más de un 43% piensa que las condiciones para su empresa mejorarían en los próximos seis meses, poco menos de cuatro veces los que esperaban peores condiciones.

Muchos señalaron que invertirían más este año: más de un 40% que dijo que sus gastos de capital incrementarían en el 2013, contra menos de un quinto que dijo que planeaban gastar menos.

Aunque el sentimiento ha mejorado desde principios del 2013, los ejecutivos siguen cautelosos en relación al crecimiento.

Más de un 57% todavía ve el deterioro en la economía global o en los mercados como una de las tres mayores amenazas a sus compañías. Las amenazas políticas, la competencia de nuevos participantes, la disponibilidad de finanzas, la escasez de trabajadores y la capacitación, fueron otros riesgos.