Hay preocupación por el cambio generacional en la agropecuaria

Hay preocupación por el cambio generacional en la agropecuaria

Preocupados por el cambio generacional de las zonas rurales del país y de la producción agropecuaria, autoridades del sector, entidades privadas, dirigentes agrícolas y organismos internacionales han aunado esfuerzos para emprender el Proyecto de Desarrollo Territorial Rural.

El proyecto, con una inversión de RD$6,601.08 millones en 4 años, será ejecutado por el Instituto Agrario Dominicano (IAD) que lo ha dividido en cuatro componentes: producción y comercialización, fortalecimiento de la estructura social, obras de infraestructuras de apoyo a la producción y turismo rural. El promedio de edad de los agricultores dominicanos en la actualidad  es de unos 55 años y dentro de 15 a 20 años habrá “una población productiva vieja.”

Esto plantea la preocupación de que para entonces serán pocos los hombres que estarán dedicados a la producción de comida, lo que crea un reto  para la seguridad alimentaria del país. La juventud no quiere dedicarse a la producción agropecuaria porque no ha visto el progreso de sus padres y de otros familiares cercanos durante décadas. Los  jóvenes huyen del campo porque no ven oportunidades para desarrollarse. En  las zonas rurales los principales servicios  (agua, energía eléctrica, salud y otros) están ausentes.

Como las nuevas generaciones no quieren quedarse en la zona rural, el director del IAD, ingeniero Frank Rodríguez, cree que hay que plantear una política para tratar de que los  jóvenes vayan al campo a dedicarse a la producción agrícola y pecuaria. Además esa integración va a influir en el cambio tecnológico, porque las poblaciones viejas no están en capacidad de asimilar los cambios de las tecnologías que están ocurriendo en el mundo de hoy. Para la integración de los jóvenes a la producción agrícola, el IAD va a trabajar en coordinación con la Secretaría de la Juventud. La reforma agraria ha distribuido alrededor de 10 millones de tareas, de las que sólo el 30% (un poco más de 3 millones de tareas) está en producción. 

Otro problema que afecta la producción agropecuaria es el nivel de instrucción de los productores del país que tienen un promedio de escolaridad de un cuarto grado de Primaria, por lo que en el IAD uno de los lineamientos estratégicos es elaborar proyectos que lleven al campo poblaciones jóvenes. El proceso de transformación de las tierras de los asentamientos y de los pequeños productores  va a requerir  de una visión empresarial y de mercado con  acento en el aprovechamiento de las oportunidades que genera el proceso, por lo que se va  a requerir fortalecer las capacidades emprendedoras, sostiene el director del IAD.

Son los segmentos más jóvenes que poseen la potencialidad para comprender los procesos de cambio, incorporar nuevas competencias y desarrollar una visión de la sociedad y del trabajo  diferente a lo tradicional y trae la necesidad de  diseñar y poner en operación un programa especial destinado a generar un reemplazo de los parceleros con menor capacidad de innovar por jóvenes productores a los cuales se les pueda capacitar en las nuevas técnicas y tecnologías que el mercado demanda.

Con las orientaciones la capacitación se va a transformar en uno de los principales instrumentos de acción, de tal forma que se lleve a cabo un profundo proceso de desarrollo de capacidades, tanto a nivel de los técnicos del IAD como de los productores. Ese proceso se hará en el Centro de Capacitación de la Reforma Agraria (CECARA), de Santiago, el cual se está rehabilitando.

El Proyecto de Desarrollo Territorial Rural es una nueva metodología de trabajo en el IAD, que consiste en focalizar las acciones de ese organismo en determinado territorio, con el propósito de obtener resultados tangibles tanto para los beneficiarios de la reforma agraria como para el gobierno y que la población pueda sentirse satisfecha de que las inversiones del Estado están contribuyendo a eliminar la pobreza rural.

Rodríguez explica que la institución estableció 4 territorios, el primero lo integran los asentamientos de las provincias de Monte Plata, Peravia, San Cristóbal y Santo Domingo, en donde en 4 años hará una inversión de RD$1,653.98 millones en los componentes de producción y comercialización, fortalecimiento de la estructura social, obras de apoyo a la producción y turismo rural.

El segundo territorio lo componen Azua y San Juan, con una inversión de RD$966.62 millones; el tercer territorio incluye a Dajabón y Montecristi  y su inversión es de RD$1,510.28 millones, y el cuarto territorio está integrado por las provincias Duarte y María Trinidad Sánchez, cuya inversión es de RD$2,470.20 millones.

La inversión  para el Proyecto de Desarrollo Territorial Rural provendrá de varias fuentes, como son el gobierno dominicano (a través del presupuesto de cada año), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), empresas del sector privado que han expresado interés de asociarse a parceleros para producir varios productos para exportación y consumo local, los beneficiarios de la reforma agraria y otros organismos internacionales como la Agencia Española de Cooperación Internacional y  el Fondo Europeo de Cooperación, entre otros con los que el IAD también gestiona financiación.

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Pensión agricultores

El IAD elaboró un proyecto con la finalidad de pensionar agricultores de edad avanzada de manera paulatina y sustituirlos por jóvenes (sean familiares de éstos o que vivan en la zona rural) para crear una nueva generación productiva en el  país. Rodríguez explica que para emprender ese proceso de pensiones lo está gestionando  a nivel gubernamental.

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