Hay que ampliar esas garantías

Hay que ampliar esas garantías

El ejercicio diplomático entre República Dominicana y Haití ha aligerado las tensiones entre los dos países. El Gobierno haitiano se ha comprometido a proteger los consulados y la embajada dominicanos en su territorio, así como el transporte de mercancías hacia ese país. En reciprocidad, el Gobierno dominicano se apresta a normalizar las operaciones de la embajada y los consulados, cerrados en virtud de incidentes y amenazas de grupos radicales.

Sin embargo, inquieta que esas garantías no parecen abarcar a ciudadanos dominicanos, dueños de pequeños negocios y empresas, que se sienten atemorizados por las amenazas constantes de grupos radicales. Algunos han optado por cerrar sus negocios y regresar a su país porque no se sienten seguros en territorio haitiano. Las garantías de protección a embajada, consulados y transporte de mercancías, no parece abarcar a esos ciudadanos.

Los haitianos que viven aquí están protegidos. No son víctimas de amenazas y, salvo incidentes aislados, nada perturba sus quehaceres. El Gobierno dominicano debe reclamar que los dominicanos residentes en Haití disfruten de la misma protección que gozan los haitianos que viven aquí. La gestión diplomática debe esforzarse por llevar la distensión y la seguridad a todos los niveles, para los inmigrantes de las dos nacionalidades en ambos territorios.

A TRABAJAR, QUE EL TIEMPO APREMIA 

En gran medida, la legitimidad de las elecciones presidencial y congresual del año próximo estará sujeta a la aprobación de la ley de partidos y la ley electoral, que las organizaciones políticas han obstaculizado repetidamente. Contrario al argumento de algunos partidos, el presidente de la Junta Central Electoral, Roberto Rosario Márquez, cree que hay tiempo suficiente para aprobar los dos proyectos en poder del Congreso, y lo juicioso sería empezar a trabajar desde ahora con ese propósito.

Sería el colmo de la irracionalidad no atender a este llamado y comprometer, por falta de esas dos leyes, aspectos de la legitimidad de las próximas elecciones, en las que todos los partidos tienen intereses que defender. Hay que aprovechar lo que se ha avanzado para darle al país estos dos instrumentos. A trabajar, que el tiempo apremia.

 

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