Hay que aprovechar las ventajas del TLC

Hay que aprovechar las ventajas del TLC

HÉCTOR MINAYA
No estoy seguro de que sea absolutamente necesario para algún país negociar un Tratado de Libre Comercio, como el que suscribimos con Estados Unidos y Centroamérica. Sin embargo, un tratado de este tipo puede ser parte de una estrategia económica global que apunte a su integración en la economía mundial. El libre comercio con los principales socios comerciales es bastante útil y un TLC permite disfrutar de esto.

No obstante, debido a que la mayoría de países también forman parte de la Organización Mundial de Comercio -OMC-, creo que es una medida complementaria.

Un TLC da la oportunidad de tratar problemas que son, por naturaleza bilaterales.

Entonces la República Dominicana, dentro TLC puede tratar temas de manera más eficiente, en algunos casos, con sus principales socios comerciales como los Estados Unidos o los países Centroamericano.

Sin embargo, si nosotros representamos solamente el 0.2% de las importaciones norteamericanas, es obvio que no hay un interés comercial por parte de Estados Unidos. Sabiendo esto, ¿que es lo que el país debe tener en mente?

Al ser muy pequeña, la República Dominicana ciertamente no representa un gran objetivo comercial para Estados Unidos, pero al mismo tiempo, el otro lado de la moneda es que el país no representa un gran problema en costo de ajuste para Washington.

De hecho, gran parte de los productos dominicanos ingresan a su mercado sin pagar ningún impuesto. Desde la perspectiva norteamericana, dominicana no representa un gran problema y creo que el interés de Estados Unidos es estratégico desde dos puntos de vista: el primero, en términos de relaciones internacionales con la región, dado que esa Nación tiene problemas ligados al narcotráfico o terrorismo.

Por otro lado, Estados Unidos mantiene políticas comerciales por razones estratégicas, debido a que ese país, en realidad, está creando una red de TLCs que lo ayudarán en la negociación del ALCA.

Pienso, además, que lo que está haciendo Estados Unidos es concretar metas para que aquellos países que se resisten al ALCA (como Brasil) se vean más comprometidos en el proceso de negociación americano. Creo, entonces, que a pesar de ser nuestro país muy pequeño desde el punto de vista estadístico, no es esa su dimensión desde el punto de vista estratégico.

Sin embargo, es importante no exagerar esto y aprobar de inmediato el Tratado que cursa en el Congreso dominicano, es decir, no hacer muchas demandas que pueden ser poco realistas porque a la larga, Estados Unidos puede decidir dejar a un lado el mismo, y puedo afirmar que el país no se encuentra en una posición de gran poder negociador y es, en parte, por su tamaño.

A pesar de toda la oposición que enfrenta este tratado por sectores productivos en Estados Unidos, no me cabe la menor duda de que el mismo será aprobado por el Congreso norteamericano. Si usted mira la historia de Estados Unidos y la forma como ha negociado, verá que usualmente ha rechazado tratados con los que no estaban de acuerdo antes de firmarlos y Kyoto es un ejemplo.

En el país están muy preocupados por el tema de la agricultura y me parece que en este punto existe una lección. El acuerdo plantea una liberación de la agricultura muy lenta, incluso en algunos productos se tiene más de 20 años para incorporarse al libre comercio.

Pero también existen salvaguardas especiales para la agricultura, que están consignadas la Ley No. 1-02 sobre Prácticas Desleales de Comercio y Medidas de Salvaguardas, de fecha 11 de diciembre del año 2001 y promulgada el 18 de enero del año 2002.

Estoy de acuerdo con la preocupación externadas por el sector agropecuario en el sentido de que los subsidios a los agricultores estadounidenses son un problema, porque Estados Unidos no está dispuesto a modificarlos. Básicamente, ellos creen que esto se debe hacer a nivel multilateral a través de la OMC y no de manera bilateral.

Entonces, esto lleva a los agricultores dominicanos a competir con los norteamericanos, que reciben más subsidios. No obstante, creo que el efecto no debe ser exagerado, en la medida en que el tamaño de este no es tan grande como muchos piensan, ya que al final los productos norteamericanos se venden en el mercado mundial a precios de mercados.

Por tanto, encuentro que existen importantes ventajas para la República Dominicana y Centroamérica, por los efectos positivos que va a traer el TLC.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas