Hay que ayudar a la Policía a ser mejor

Hay que ayudar a la Policía a ser mejor

El Presidente Fernández comentó en Santiago su impresión de que el problema de la seguridad ciudadana está en vías de mejorarse. Según las estadísticas de la Policía parece ser así. Pero comoquiera pocas veces los dominicanos hemos sentido tanto miedo y desprotección en las calles.

Sin embargo, como con tantas otras cuestiones, muchos creen que la solución sólo puede darla el gobierno. Y no es así. Este no es el único lugar del mundo donde ha habido problemas como la brutalidad o ineficiencia policial, exceso de basura en las calles y desorden en el tránsito de vehículos. En los países donde esos problemas se han arreglado ha habido inmensa colaboración de toda la comunidad.

Ciudades como Nueva York y Chicago tuvieron cuerpos de policía corrompidos hasta el tuétano, al punto que ciertas investigaciones debían realizarse con recursos de otras agencias, federales, porque los policías locales no eran de fiar. Todavía hoy, hay policías sucios, pues siempre hay paja dentro del trigo. La combinación de instaurar departamentos efectivos de asuntos internos, de policías cuya misión es perseguir a los propios policías delincuentes, con la drástica aplicación de sanciones por la vía judicial, ha servido para mejorar infinitamente esos cuerpos de policía.

Pero eso no basta. Esos cuerpos de policía mejoraron por una razón principal, que es que su materia prima, la gente, mejoró. Con cualquier organismo como la policía, sucede igual que con los datos que se sirven a una computadora: si basura entra, basura sale. Un ciudadano que no tenga conciencia de que tirar basura a la calle es, más que un delito, una “sucieza”, nunca podrá ayudar a hacer valer las leyes y los reglamentos a ese respecto, y peor aún, contribuirá él mismo a “entollar” calles y aceras. Igualmente, un agente de tránsito que no sea excelente conductor, difícilmente poseerá la experiencia para ayudar a desmadejar un entaponamiento; esto último es evidente cada vez que un policía bruto trata de sustituir a un semáforo inteligente.

A los policías, alistados, clases y oficiales, hay que elevarlos de categoría social. Su sueldo y beneficios legítimos deben incrementarse. También su número, pues la verdad es que hay pocos policías. Su equipamiento debe por igual mejorarse.

Mientras los delincuentes y narcotraficantes dispongan de mayores y mejores recursos que la Policía, la cuestión siempre será que “papeleta mató a menudo”.

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