Hay que combatir la corrupción

Hay que combatir la corrupción

A consecuencia de la continua denuncia en los diarios nacionales y demás medios de comunicación de la existencia de diversos corruptos en todas las áreas del gobierno, empresarios cómplices y tantos agentes, me he sentido obligado a volver sobre el tema de la corrupción, que está destruyendo al país y a nuestra sociedad, por lo cual me propongo hacer llegar hasta nuestros lectores lo expuesto por Bertrand de Speville, en su libro “Superando la Corrupción”, que acaba de publicar en Bogotá la editora Planeta el 11-07-11. Pero ¿quién es este autor? Solo diré que se trata de un experto que mejor conoce y ha manejado este tema y quien además fue el director de la Comisión Independiente contra la Corrupción en Hong Kong y asesor del Grupo Multidisciplinario sobre corrupción del Consejo de Europa, como muy bien lo señala en el prólogo de su  obra Juan Manuel Santos, Presidente de Colombia.

La lectura y estudio de esta obra debería ser de obligación para todos nuestros políticos (jóvenes y aún  los más mayores) ya que la misma es una magnífica lección a nuestra sociedad y a la de toda América Latina, puesto que todos somos conscientes  que “el costo de evitar un acto corrupto es muy inferior al que se genera con la corrupción”, por lo cual es necesario involucrar a toda la sociedad en su lucha. No podremos nunca librarnos de esta enfermedad hasta que no apliquemos en todo el país programas de educación de valores, cultura y de absoluto cumplimiento de las leyes y una fuerte voluntad política que sea  de moralidad y respeto a la ciudadanía.

La corrupción es un mal que amenaza a todos los Estados de derecho, a la democracia y a los derechos humanos, socava los gobiernos, a la justicia y es un obstáculo al desarrollo económico de los pueblos y además, pone en peligro la estabilidad de las instituciones y hasta al fundamento de la moral de la sociedad. Por tanto, tenemos que ser fuertes en su combate, no tener miedo, pero siempre ajustándonos a lo establecido en las leyes y la Constitución de la República. Sería muy conveniente que nuestro país imitara a Hong Kong y Singapur y contratara los servicios de asesoría de Bertrand de Sperville, para que nos ayude a detener la corrupción. Él sí sabe cómo lograr iluminarla.

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