Hay que detener las importaciones innecesarias de productos del agro

Hay que detener las importaciones innecesarias de productos del agro

Hay que parar las importaciones y aumentar la producción agropecuaria nacional para poder competir en los mercados internacionales.

República Dominicana tiene las mejores condiciones ecológicas, geográficas y humanas para poder incursionar en los mercados internacionales, principalmente Europa, el Caribe y la parte norte de los Estados Unidos. El productor agropecuario nacional, consagrado al sacrificio de hacer parir la tierra, se siente frustrado, por el látigo de las indebidas importaciones de productos alimentarios. El país cuenta con suelos fértiles y productivos para transformar la calidad de vida de los dominicanos.

Las autorizaciones de importaciones del Gobierno Central a través del Ministerio  de Agricultura, sólo se hacen con el propósito de favorecer el clientelismo político en detrimento de la producción agropecuaria local. Los diferentes canales de comercialización se ven copados en determinados momentos por productos importados, muchos de los cuales subsidiados en el país de origen, ocasionando fuertes pérdidas económicas a los productores y a la nación.

Además, la falta de financiamiento para la implementación de verdaderos programas de innovación y transferencia tecnológica, para lograr los mejores avances científicos mediante la ejecución de los más modernos métodos de producción, lo que disminuiría los costos de producción, aumentaría la productividad, a fin de propiciar un ventajoso proceso de competitividad  tanto en los mercados nacionales como internacionales.

Se recuerda que el Presidente Leonel Fernández, en su discurso del 27 de Febrero del  2009, prometió incrementar la cartera de préstamos a los medianos y pequeños productores agropecuarios, impartiendo instrucciones al Ministerio de Hacienda para canalizar al Banco Agrícola 7 mil millones de pesos provenientes de los Fondos de Pensiones y 5 mil millones de los fondos del Banco de Reservas. Además dijo que  iba a fortalecer y generalizar el Seguro Agropecuario con un aporte de 500 millones de pesos para que  pueda lograr facilidades ante los riesgos de producción. El Presidente también señaló la puesta en vigencia de la Ley de Seguridad Agroalimentaria, la que sustentaría la producción de alimentos inocuos y la sustitución competitiva de importación de alimentos por producción criolla, entre otros.

Ninguna de estas promesas fueron cumplidas. Por el contrario, hubo un sustancial incremento de la importación, una reducción  de la cartera préstamos del Banco Agrícola y, para colmo, ha brillado por su ausencia el Seguro Agropecuario. El 27 de febrero último,  el Presidente de la nación volvió con la misma retórica de ofrecimientos, distorsionando las estadísticas reales del comportamiento agropecuario. Durante el año pasado, se incrementaron las importaciones  de productos alimenticios, con la consecuente secuela de corrupción que campea tradicionalmente en el Gobierno. El Presidente Fernández dijo que el país produce más del 90% del consumo nacional alimentario, pero parece que no tomó en cuenta las grandes importaciones del 2009, detalladas a continuación:

Solo de maíz se importaron 29 millones de  quintales, de trigo 12 millones de quintales, de arroz 1.36 millones de quintales, de ajo 459 mil quintales, de papa 410 mil quintales y de cebolla 438 mil quintales. También se importó 1.13 millones de quintales de habichuelas, 12 millones de quintales de soya, 354 toneladas de grasa amarilla y 50.6 toneladas de pescados y mariscos.

Es bueno recordar  también que en  2009 se importó el 41% del consumo nacional de leche, el 19% del azúcar, el 45% de los derivados lácteos y el 82% de los productos derivados de las oleaginosas. Pero además se importó bacalao, arenque, carne de pollo,  pavo, enlatados, carne de res, carne de cerdo, huevos fértiles, aceites, jugos, pica-pica, café, coco, chocolate, mantequilla y queso, entre otros.  El año pasado se importó hasta yuca y plátano, productos que son endémicos y de fácil producción en  República Dominicana.

Entonces, cómo se explica que el sector agropecuario haya crecido aportando un 12.6% del PIB como dice el Banco Central y que el 90% del consumo alimentario poblacional sea proveniente de la producción nacional. Tremenda inconsecuencia. Estas falsedades son dañinas para la sincera implementación de un Gran Plan Nacional de Producción Agroalimentaria. Sugerimos que el Gobierno dominicano se deje de hablar tantas falsedades y se concentre en desarrollar un efectivo programa de producción, facilitando las condiciones indispensables para una real inversión en el campo. Es necesario que el ministro de Agricultura deje de propiciar las cuestionadas importaciones y se concentre en la ejecución de un Plan Nacional Productivo, propiciando financiamiento suficiente y fresco a los productores a una tasa de interés asequible, cristalizando un mercadeo eficiente y firme para los productos que  producimos, sin engaños, como a los que se nos ha  acostumbrado.

El autor es ingeniero agrónomo y presidente del Frente Agropecuario del PRD

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