En principio los pronósticos del Banco Mundial y la CEPAL de cero crecimiento, basados en una economía que había crecido en promedio 6.1% los últimos cinco años, sin embargo en la medida que la pandemia del coronavirus se ha prolongado y provocado una crisis de oferta y demanda en la economía global, los pronósticos de han agravado y todo apunta  a la crisis másgrave desde la depresión de 1929 y la economía dominicana no podrá escapar de esa caída; por ello en un escenario de esa naturaleza hay que evitar la tormenta perfecta que sería la pandemia sanitaria, la económica, la social y la política.

La empresa calificadora Fitch Ratings, en su informe sobre RD del mes de mayo, estima una caída de 3.5%, una contracción mayor a la sufrida en la crisis de 2003-2004, incluso de acuerdo a los datos del Banco Central el Índice Mensual de Actividad Económica(IMAE)que mostró un crecimiento de 4.7% en enero y 5.3% en febrero, presentó una caída de 9.4% en marzo y debemos recordar que la cuarentena comenzó   después de la mitad de ese mes, por lo cual debemos esperar una caída mayor en abril.

Fitch Ratings pronosticaun déficit de la cuenta corriente de la Balanza de Pagos equivalente 4.6% del PIB, partiendo de un déficit de 1.3% en 2019, a pesar de la caída en los precios del petróleo y la de las importaciones.

El déficit consolidado del sector publico ascendería al 7.1% del PIB debido al descenso en las recaudaciones, mayores gastos para enfrentar el coronavirus y el apoyo económico para la recuperación.También destacan que el peso dominicano al mes de abril se ha depreciado en 8% en relación al mismo mes del 2019(es bueno recordar que en los últimos años la depreciación ha estado por debajo del 3%).

Un trabajo preparado por el Instituto de Investigaciones Socioeconómicos de la UASD, usando como escenario el “cero crecimiento”, estima que la desocupación abierta(los desempleados que siguen buscando un puesto de trabajo) aumentará de 5.9% a 12.4%, mientras la desocupación ampliada(los que ya no buscan un trabajo) de 9.9% a 22%. En términos nominales se perderían 1.3 millones de empleos.

Como vemos el panorama no es alentador, especialmente porque las actividades que generan la mayor cantidad de dólares, como turismo, zonas francas y remesas, dependen de la recuperación de las economías de los EU y la UE.

En medio de una pandemia sanitaria, económica y social hay sectores del oficialismo que estuvieron apostando a que no se pudieran celebrar votaciones en el exterior, así por razones constitucionales tampoco podría haberelecciones en el país.

Quedaron al descubierto cuando desde la Cancillería alegaron que el Departamento de Estado de los EU había prohibido las votaciones por la pandemia, sinembargo una comunicación de la oficina del Alcalde de NY, presentada por el Representante de origen dominicano AdrianoEspaillat, así como otras del Gobernador Cuomo de NY y del Departamento de Estado revelan que no hay objeción al voto presencial, simplemente se deben cumplir los protocolos sanitarios.

Afortunadamente la JCE emitió su resolución 052-2020 convocando a votaciones en varios países para las elecciones Presidenciales y los Diputados de ultramar.

La JCE tiene una gran oportunidad de elevar sus niveles de credibilidad con un buen montaje aquí y en el exterior y la oposición no dormirse porque el oficialismo aunque está derrotado cuenta con muchos recursos para torcer voluntades y el 5 de julio, Dios mediante, habrán elecciones con el debido protocolo sanitario para que los dominicanos y dominicanas expresen libremente la voluntad mayoritaria. De lo contrario la tormenta perfecta.