Hay que hacer respetar la regla

Hay que hacer respetar la regla

En el país se está violando de manera sistemática el mandato del artículo 135 del Código de Trabajo, que dispone que el 80% del número total de trabajadores de una empresa debe estar integrado por dominicanos. Las contrataciones de extranjeros no responden a este requisito, ni siquiera cuando se trata de obras contratadas por el Gobierno mediante licitaciones en las que no se hace hincapié en la obligatoriedad de respetar estas proporciones.

Bastaría con hacer comprobaciones al azar en cuanto a las proporciones de dominicanos y haitianos que trabajan en cualquier obra en construcción, sean privadas o gubernamentales. En la mayoría de los casos el número de extranjeros siempre superará al de dominicanos. Esto puede comprobarse también en las plantaciones agrícolas de cualquier parte del país, pero las autoridades se hacen de la vista gorda.

Y por lo general, una violación acarrea otra, pues a los extranjeros, particularmente los indocumentados contratados ilegalmente, se les pagan salarios más bajos y carecen de prestaciones sociales de mucha importancia, como seguridad social por ejemplo. El Gobierno, que está inmerso en un plan de regularización de extranjeros que no parece avanzar mucho, tiene que respetar y hacer respetar los porcentajes de mano de obra extranjera que el Código de Trabajo dispone.

RECONOCIMIENTO A UNA GESTION

El nombre de Monseñor Agripino Núñez Collado hay que inscribirlo en lugar preferente de la lista de hombres con los que la sociedad dominicana tiene una gran deuda de gratitud, admiración y respeto.

Durante 44 años exhibió sus mejores dotes de excelente conductor académico, ejerciendo como rector de la PUCMM, funciones en las que cesa para dar paso al reverendo padre Ramón Alfredo de la Cruz Balderas, un educador de reconocidos méritos. Agripino ahora queda a cargo de la fundación de la misma universidad.

Además de encumbrar en el éxito académico a la PUCMM, Agripino ha ejercido como un moderador exitoso en los más enconados conflictos sociales y políticos que han afectado a la República Dominicana. Desde cualquier posición, el país cuenta, de seguro, con sus valiosísimos servicios.

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