Si hay algo que no admite duda ni excusa de ningún género es que, sin más dilación, hay que meter en cintura a todos los actores del mercado eléctrico, desde generadores hasta usuarios y desde Gobierno hasta sector privado. Y meter a todos en cintura quiere decir transparentar uno por uno todos los contratos y hacer que los costos de generación y distribución  sean realistas, que la tarifa se apegue a la realidad con márgenes justos de rentabilidad y hacer que cada uno, en absoluto, pague por la energía que utiliza. Después de tantos sobresaltos y tropiezos, no puede haber fórmula más idónea que la transparencia en un servicio tan mortificante por su baja calidad como oneroso por su altísimo precio.

El país ha padecido los resultados de todas las iniciativas adoptadas en el mercado eléctrico. Todas, desde la capitalización hasta nuestros días, han succionado  las finanzas públicas, descalabrado al comercio y la industria y causado molestias terribles a los hogares. No puede ser que en esta etapa del problema haya quienes se resistan a unir esfuerzos para buscar una solución definitiva a los problemas de un servicio que es vital para la economía, el desarrollo, la competitividad en todos los sentidos y para la calidad de vida de la población. Nadie, sea grande o pequeño usuario, debe estar exento de pagar puntualmente el potencial utilizado en su provecho. Lo que procede es meter a todos en cintura.

Becas perdidas por falta de visas

La secretaria de Educación Superior, Ciencia Y Tecnología, Ligia Amada Melo, se queja porque no ha habido manera de lograr las visas necesarias para estudiantes favorecidos con becas para cursar estudios de cuarto nivel  en España. Afirma que ha sido en vano el esfuerzo que ha hecho para negociar una fórmula que facilite la tramitación de estas visas. Todo parece indicar que hay un problema de garantías de que los beneficiarios vayan a respetar los límites del visado o cosas por el estilo.

Este parece ser un inconveniente menor entre dos estados con tan buenas relaciones como República Dominicana y España. La buena voluntad de ambos seguro que permitirá encontrar una solución. Los becarios  dominicanos necesitan esa magnífica oportunidad y las autoridades dominicanas deben continuar sus esfuerzos por lograr que se les otorguen las visas necesarias. Que funcione la buena voluntad de las magníficas relaciones bilaterales.