Para recomponer la economía y darle un sentido más equitativo y ajustado a las necesidades reales del país, el Gobierno tiene que ponerle disciplina al gasto público, fijarle topes que eviten los desbordamientos causantes del enorme déficit fiscal actual, y mejorar la calidad de lo que se hace con esa parte del presupuesto. En ese contexto, hay que eliminar las distorsiones que caracterizan el salario de la administración pública, que está viciado de inequidad y ha ido creando privilegios como ciertas pensiones, que son una verdadera ofensa para el país. Sobre el aspecto particular de las pensiones, ya el Presidente Danilo Medina ha trazado algunas pautas.
En la Cámara de Diputados reposa el proyecto de Ley de Regulación Salarial del Estado Dominicano, que ese organismo aprobó el 13 de agosto de este año tras haberlo recibido del Senado y que le fuera devuelto con observaciones del entonces Presidente, Leonel Fernández. Esa pieza fija los topes salariales para distintos niveles de la administración pública y contiene disposiciones para la fijación de los restantes. Las circunstancias actuales son propicias para recuperar esta pieza y sancionarla como corresponde, para acoger o rechazar las observaciones que hizo el Poder Ejecutivo. Para los planificadores del Gobierno sería de gran utilidad contar con una ley como esa, para los fines de hacer en el presupuesto del 2013 los ajustes salariales que la ley permita.
Dos naciones y una isla común
La incidencia de cólera en ambos países es, en esta oportunidad, el factor determinante de un trabajo común entre autoridades de República Dominicana y Haití, con respaldo técnico y financiero de la Organización Panamericana de la Salud. Los gobiernos de ambos países trabajarán juntos para erradicar esta enfermedad, que empezó sus azotes a raíz del terremoto que sacudió Haití el 12 de enero de 2010.
Al margen del tema sanitario, la República Dominicana y Haití tienen que unificar esfuerzos para enfrentar de manera conjunta muchos otros asuntos, como la deforestación, el crimen organizado, la trata de personas, el contrabando, el intercambio comercial informal y el trasiego de drogas. Estando los dos países en una misma isla, la comunidad de intereses es inevitable y la necesidad de actuar unidos ineludible. Queremos sentir el pulso de la Comisión Mixta Bilateral.