Hay que revisar cómo operan los yoleros

Hay que revisar cómo operan los yoleros

Tres dominicanas murieron ahogadas el domingo al virarse la yola en que iban desde la isla Saona a Bayahibe por causa de oleajes anormales luego de un terremoto de 5.2 grados. Otras siete personas que iban a bordo de la misma embarcación fueron rescatadas por la Marina de Guerra.

Las tres víctimas, según la prensa, eran masajistas que regresaban a sus hogares tras pasar el día trabajando en la playa de la Saona. Los sobrevivientes son turistas rusos e italianos así como el capitán de la yola.

Gracias a Dios la Marina pudo salvar a la mayoría de los pasajeros de la yola accidentada, pero desde que leí sobre la tragedia no dejo de pensar en cómo las reglas básicas de marinería son olímpicamente ignoradas en la mayoría de las playas del país donde se usan yolas o lanchas para transportar turistas o pasajeros.

¿Por qué se ahogaron estas tres mujeres? ¿Tenían Antonia Pérez de Haza, Luisa Esther Vicioso y Luisa Milagros Ortiz Luna, que así se llamaban, puesto un chaleco salvavidas? ¿Sabían nadar? ¿Había en la yola salvavidas tipo aro u otra clase para evitar el ahogamiento? ¿Cuántos pasajeros llevaba la embarcación y cuál era su capacidad? ¿Cuánta experiencia poseía el capitán para prever qué hacer ante un mal tiempo inesperado o un oleaje anormal?

¿Si el temblor de tierra fue tan fuerte, cómo se permitió salir inmediatamente después a esa yola, cuando es previsible que tras terremotos puede haber olas anormales? ¿Esa yola, dedicada al transporte de turistas y pasajeros, tenía alguna clase de seguro? ¿Quién y cómo puede compensarse a los familiares de las tres víctimas?

En países donde las leyes y regulaciones sobre marinería son rigurosamente observadas, el número de accidentes y tragedias es mínimo, puesto que existe un manual de procedimiento para la seguridad de las pequeñas embarcaciones, que incluye asuntos tan básicos como estar dotados de salvavidas y obligar a quienes montan esos botes a usar el salvavidas. Luces de navegación, pitos, anclas y sogas, estipulaciones sobre la construcción del bote, límite de capacidad del bote en libras y número de pasajeros, registro de la embarcación y licencia del capitán, seguros y otros requerimientos, sirven para reducir los riesgos del disfrute de la mar. 

Ojalá las autoridades apliquen y mejoren las leyes vigentes y que esta tragedia ayude a evitar desgracias similares.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas