Hace mucho tiempo ya, John Maxwell dijo que no hay éxito sin sacrificio y eso se apega perfectamente a la historia que cuenta el joven Alex Prats, destacado bolichero dominicano, quien sabe cómo dividirse perfectamente para lograr justo eso: el éxito.
Con apenas 28 años de edad, Prats es uno de los bolicheros dominicanos más destacados de la actualidad y ese éxito lo ha logrado a base de puro esfuerzo y trabajo afanado.
Ganador de la medalla de oro de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz, México en el 2014, Prats competirá en los venideros Juegos Panamericanos de Toronto 2015.
Pero su camino al triunfo no ha sido nada fácil.
Arquitecto de carrera profesional y deportista en su tiempo “libre”, Prats es un ejemplo de que en nuestro país cuando se quiere, se puede.
“Hay que tener mucho corazón y entregarse al 100 por ciento para hacer las cosas bien”, dijo Prats al conversar con redactores del Periódico Hoy.
Prats, hijo del inmortal del deporte dominicano, Frank Prats, se desempeña como arquitecto en una empresa privada de 8 a.m. a 5 p.m. y luego de eso practica boliche unas dos horas cuatro días a la semana para poder mantenerse en la competencia con similares internacionales que se dedican exclusivamente a la práctica del deporte.
Pero es parte de los sacrificios que toma todos los días para poder mantenerse.
“Realmente es un poco forzado el hecho de tener que ser un deportista de alto rendimiento y a la vez tener un trabajo full time y tener de 5-7 de la noche el entrenamiento del boliche. Hay que hacer sacrificios familiares, pero al final del día son dos cosas: en el país es difícil de vivir del deporte a menos que uno sea una super estrella. Es muy difícil vivir del deporte”, confió Prats al periódico Hoy.
Prats recuerda que cuando jugaba en el bachillerato tenía planes de dedicarse a tiempo completo al deporte, pero recibió un consejo que le ha servido para siempre y que lo tiene donde se encuentra hoy en día.
“Mi papá me dijo que tenía que elegir una carrera y terminé y entonces me dediqué al boliche, pero sabiendo que tenía que trabajar”, comentó.
Son sacrificios grandes, pero que rinden los momentos dulces que sirven de motivación para siempre seguir adelante.
“Al momento que te das cuenta que el esfuerzo que le pones da fruto, eso te motiva y más cuando te das cuenta que la competencia de fuera solo se dedica a eso, al boliche y no trabaja en ninguna otra cosa, pero que cuando uno ve que poniendo menos horas de entrenamiento logras lo mismo o mejor, eso vale mucho”, señaló.
Su historia. Miembro de la Fuerza Aérea de la República Dominicana, Prats ha practicado boliche por unos 12 años, desde la apertura del Sebelén Bowling Center.
Prats recuerda que cuando tuvo que iniciar sus estudios universitarios se alejó del boliche de manera profesional aunque nunca alejó del todo de las canchas.
Reconoce que probablemente habría alcanzado mejores niveles en su juego de no haber parado el deporte por los estudios, pero se siente satisfecho de lo que ha podido lograr en su dualidad laboral.
“No sé si perdí un tiempo de vida deportiva. Pero durante la universidad dejé el boliche, no pertenecía a la selección esos cuatro años y solo jugaba ligas y practicaba. No sé qué hubiera pasado si hubiera dedicado esos cuatro años al juego, pero no me quejo porque estoy contento con lo que he podido lograr hasta ahora”, comenta.
Diferentes condiciones. Mientras Prats se dedica a ejercer su profesión en las mañanas y a practicas en el resto del tiempo, los atletas profesionales como él en otros países tienen patrocinadores de los que viven.
Principalmente en los Estados Unidos, también se topan con competencias más frecuentes por la presencia de más boleras en las que practicas y jugar, además de que las fábricas de las bolas de boliche están en Estados Unidos y allí se reparten la mayoría de los patrocinios.
“No tenemos todas las posibilidades que tienen los atletas de fuera, ni en fogueos ni en acceso a torneos de competencia real. La mayoría de los bolicheros de fuera tienen patrocinio de las mismas empresas que fabrican la utilería”, opinó.
Pero Prats siempre está dispuesto a continuar dando el todo por el todo para poner en alto el nombre de su país.
“Como joven uno tiene que hacer sus aportes y creo que estoy haciendo el mío de una u otra manera. La República Dominicana es nuestro país y una de las cosas que a mí más me enorgullece es ponerme la camiseta del país y poder ser un representante de una selección nacional”, agregó Prats.
Su más reciente compromiso con la selección nacional de boliche lo tendrá fue en julio, cuando viajó a la ciudad de Toronto, Canadá, para participar en los Juegos Panamericanos del 2015, sus primeros juegos continentales.