POR LEONORA RAMÍREZ S.
Desde su esquema de planificación y prevención el director general de la Cruz Roja Dominicana, Gustavo Lara, planteó que en la República Dominicana se deben coordinar acciones que permitan diezmar los riesgos de un maremoto, un siniestro que podría ocurrir en el país.
“Estamos en el Caribe, ubicados entre tres grandes fallas que pudieran provocar un terremoto en las costas de Suramérica, entre Venezuela y República Dominicana, y que generen un oleaje de 10 metros de alto parecido al Tsunami que afectó al Sudeste asiático el 26 de diciembre del 2004”.
De presentarse esa situación, planteó Lara en el almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio, los fuertes oleajes se presentarían en las costas dominicanas en un lapso de dos ó tres horas, y llegarían hasta la punta del farallón de la avenida José Contreras, en el Distrito Nacional.
Lara sabe que sus pronunciamientos son especulativos, por lo que planteó que es necesario hacer ese ejercicio para las entidades encargadas de enfrentar las emergencias, y toda la ciudadanía, coordinen acciones que pueden minimizar el impacto de una catástrofe como esa.
“Con un evento de ese tipo toda la infraestructura turística del país, cercana al mar la mayoría, sería inundada, y a parte de ese daño está el riesgo de las personas allí alojada”.
Que la gente sepa qué hacer en una situación como esa puede permitir salvar cientos de miles de vidas, dijo Lara en el almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio.
“Todo esto es muy grave porque una ola de siete metros que llegue a la margen del río Ozama es una represa que levantaría sus aguas, y eso significa que se producirían grandes inundaciones.
“En dos o tres horas, si no se actúa correctamente, porque no se ha puesto el tema como una posibilidad, si no hemos conversado de eso y entrenado a nuestro personal sobre las rutas de evacuación, entonces solamente nos quedaría lamentar la desgracia”.
En ese sentido expresó que, el trabajo de la Cruz Roja es movilizar el conocimiento, propiciar la discusión para tomar medidas que eviten que la gente muera o sufra.