Las quejas sobre supuesta lentitud en los procesos contradicen el eslogan de Eficacia, eficiencia y efectividad que se promueve en el Palacio de Justicia de la Provincia de Santo Domingo. Los parientes de personas que son procesadas por diferentes delitos en las cortes que funcionan allí se mostraron molestos ayer porque, además de las incomodidades por la estrechez de las instalaciones, sus casos no son manejados con suficiente rapidez y efectividad.
Algunos tienen que desplazarse desde el interior del país y otros tienen deseos de abrazar a sus parientes que ya han cumplido sus penas, pero por la lentitud de los procesos se ven obligados a suprimir sus ansias. Esto es deprimente, Dios mío, exclamaba llorando una señora cuyo sobrino tenía cinco años preso en la cárcel de La Victoria y le dieron su libertad el 31 de agosto y todavía ayer, 9 de septiembre, la Fiscalía no le había entregado la solicitud de pena cumplida.
Explicó que desde el día 13 de agosto, cuando depositó los documentos para que le entreguen el aval para liberar a su pariente, ha acudido unas ocho veces a buscarlo y aún no le han resuelto el problema, y ahora le alegan que falta otro documento. Asimismo, la esposa de un imputado se quejó del lento proceso, aunque al momento de ser entrevistada ya le habían impuesto garantía económica al detenido. Explicó que su pareja, de 33 años de edad, que está enfermo de los riñones, se dializa desde hace cinco años y usa sonda para orinar, tuvo que durar tres días sin tratamiento, y cuando explicó la situación a las autoridades le dijeron que si se ponía malo lo sacarían al hospital.