A pesar de que la República Dominicana ha tenido un crecimiento económico significativo en los últimos años, los indicadores sociales se han mantenido rezagados respecto a los países de la región.

La afirmación fue hecha por el economista Pavel Isa Contreras al comentar el estudio hecho por Gallup Consulting, en el sentido de que la población percibe que el crecimiento económico no se ha expresado en su bienestar.

Resaltó que los resultados de Gallup están avalados por la experiencia empírica y que los informes de desarrollo humano así lo han confirmado.

A su juicio, esa situación se relaciona con dos elementos, uno de los cuales es que el crecimiento económico ha estado basado en los bajos salarios.

“No es de extrañar que todo el crecimiento económico no haya estado acompañado del bienestar de la población, porque el crecimiento económico en buena medida está basado en bajos salarios”, planteó Isa Contreras.

Resaltó que la otra razón es que el Estado no ha cumplido su rol en redistribuir sus riquezas a través de impuestos progresivos que graven a la riqueza producida y la población más rica y, al mismo tiempo, gaste mejor en salud, educación y seguridad social.

Consideró que para cambiar el rumbo se debe cambiar la fuente de competitividad basada en bajos salarios hacia una fuerza de trabajo entrenada.

Cree que el Estado debe cobrar más impuestos de lo que está percibiendo actualmente y hacer un gasto mucho mejor en salud, educación y seguridad social.

Por otro lado, Guillermo Caram, exgobernador del Banco Central, dijo que el modelo económico dominicano no se traduce en el debido desarrollo social.

Resaltó que en el informe del Banco Central del 2013 se evidencia que los sectores de mayor crecimiento han sido aquellos que no tienen una repercusión directa en la creación de trabajos dignos.

Citó un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), según el cual se necesita diseñar políticas económicas que propicien la creación de empleos de calidad y estables, que es la vía por excelencia para distribuir el crecimiento económico que se ha logrado.

Señaló que el Gobierno aplica un modelo económico que no alcanza ese objetivo.

Criticó la ineficiente política de gasto público vigente en las finanzas públicas, caracterizada por unos gastos corrientes que consumen todas las recaudaciones del Estado, lo que succiona recursos vía altas tasas de interés que pudieron destinarse hacia la actividad productiva y que hoy se dedican a financiar el déficit del Gobierno.

Guillermo Caram cree que se ha seguido en la rutina de continuar haciendo lo mismo.