¡Hay tiempo para todo!, Trabajo, pareja, familia, amistades, desarrollo personal…

<P>¡Hay tiempo para todo!, Trabajo, pareja, familia, amistades, desarrollo personal…</P>

El tiempo es oro, y es mejor dedicarlo, sobre todo, a ganar más dinero, a ingeniárselas para gastar menos y a conservar el puesto de trabajo”. Ese parece ser el lema de cada vez más personas y familias, en los duros tiempos que corren. Y es que, debido a la crisis, el trabajo parece ser el único sentido de la vida y deja escaso margen para cultivar otras parcelas de la existencia.

Sin embargo, y aunque pueda parecer un contrasentido, es precisamente en las etapas de adversidad y de crisis económica como la actual cuando menos hay que perder de vista la diversidad de facetas –además del trabajo, el ahorro, el consumo y el dinero– que tiene la vida, todas ellas importantes.

Lo afirma la psicóloga Laura García Agustín, quien señala que son precisamente “nuestros seres queridos, los momentos felices y nuestro crecimiento personal, unido al cuidado de nuestra salud física, los factores que nos darán el sostén emocional y anímico, así como el estímulo psicológico para salir del pozo y perseverar en el esfuerzo de superación contra viento y marea”.

De acuerdo a la directora del Centro de Psicología Clínica Clavesalud, hay que dedicar un tiempo para cada cosa: tiempo “para trabajar, la pareja, los hijos y los amigos, también un tiempo personal y otro para actividades gratificantes”.

“Si se equilibran los tiempos de esfuerzo y de esparcimiento, la combinación resulta muy saludable. El problema aparece cuando  dedicamos todo el tiempo disponible al mismo tipo de actividad, que además no suele resultar placentera, sino que produce un alto coste emocional”, explica la psicóloga.

En el caso de la pareja –señala– “lo primero es proponerse dedicar un tiempo exclusivo a la relación, que no ha de ser necesariamente demasiado, pero sí bueno. Conviene planificarlo, buscar activamente actividades placenteras y gratificantes para ambos, y pedirle al otro que se encargue en ocasiones de organizar el tiempo que se comparte”.

En los tiempos actuales el eje de la vida es el trabajo, aunque –según esta experta– para que no nos absorba en extremo “hay que establecer prioridades, haciendo una lista con las tareas que se tienen que realizar en el día o la semana y valorar su urgencia, para darles salida por orden”.

Trabajar para vivir y no a la inversa.  Según la experiencia de esta especialista, “hay que aprender a delegar tareas o actividades: a veces el perfeccionismo o la desconfianza en otros compañeros hace que las personas se carguen con trabajo extra o menos importante, del que se pueden encargar otros, liberando así mucho tiempo”. Para que el trabajo no se convierta en el único y exclusivo protagonista de nuestro día a día, “también es importante aprender a decir ‘no’, con cortesía, pero también con claridad, a aquellas tareas que no sean de nuestra competencia o excedan  nuestro horario laboral”, señala García Agustín. En lo que respecta al ocio, la directora de Clavesalud recomienda “reservar tiempo para el esparcimiento, eligiendo momentos específicos y establecidos que sean respetados, y dándole a la diversión la gran importancia que tiene, tratando de no aplazar las actividades gratificantes para otro día”.

Las claves

1.  Sostén emocional

Nuestras relaciones y seres queridos, nuestros momentos felices y nuestro crecimiento personal, unido al cuidado de nuestra salud física, nos dan el sostén emocional y anímico, así como el estímulo psicológico, para salir adelante.

2.  Equilibrio

Si se equilibran los tiempos de esfuerzo y de esparcimiento, la combinación resulta muy saludable; el problema aparece cuando  dedicamos todo el tiempo disponible al mismo tipo de actividad. Hay que reservar tiempo para el esparcimiento, eligiendo momentos específicos.

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