Hay un equipo en la UASD

Hay un equipo en la UASD

AMPARO CHANTADA
El próximo 15 de febrero, la UASD tendrá nuevas autoridades. El proceso electoral culminarÁ con la elección del nuevo  rector y de su equipo para un mandato lleno de responsabilidades hasta el 2008. Los partidos, de todos sabido, muy influyentes en la Universidad, han escogido nuevos equipos pero muy significativo, es, que su rol es bastante diluido. Nada de consigna partidista, el debate es en torno a un programa y al cambio que debe dar la UASD.

Este lema, tímidamente abordado por los candidatos, asusta el electorado, sin embargo es obvio, la UASD debe iniciar un giro que la modernice, la acredite, la coloque en el sitial que ocupo en los años 70, la UASD como organismo científico del Estado dominicano, debe realmente asesorar, orientar, formar y representar la Inteligencia del pueblo dominicano. Prueba de eso, el nuevo código de conducta electoral adoptado, que hace de la campaña electoral, un proceso sin injurias, sin despilfarro, sin pintura en los árboles ni violencia auditiva o visual. Somos ejemplo, otra vez, de conducta para el país y los partidos, la UASD aferrada a su democracia interna muestra que se puede hacer campaña con ética. Incluso, los panfletos son mal recibidos, los académicos exigen que se les hable de programas, de misión, de propósitos, de calidad y eficiencia.

Los  universitarios demuestran interés por la oferta electoral, que se caracteriza por el lema de la dignidad profesoral, del rescate del nivel de vida perdido, la mejoría de las condiciones de trabajo de todos los personales, incluyendo evidentemente las condiciones de estudio de los estudiantes, que se merecen urgentemente medidas de desconcentración de sus espacios fiscos. La UASD explota, los edificios concebidos para 5000 estudiantes, no soportan más: 100.000 estudiantes en un recinto es una ciudad mediana donde ocurren todos los actos urbanos, en un día, por eso es urgente buscar soluciones al congestionamiento que pasan por la construcción de pequeños recintos dispersos en los diferentes municipios y quizás la descentralización de la sede central. Cualquier medida es urgente, la inseguridad y la violencia  inducen a tomar medidas para la protección de estos jóvenes  que llegan, para algunos a las 7 AM y  salen a las 10 PM. El crecimiento físico de la ciudad de Santo Domingo, sus desmedidas y sus áreas semi rurales oscuras  permiten atracos, asaltos, violaciones y muertes, urgen los recintos municipales para devolver tranquilidad a los hogares y a los profesores.

La  pasada gestión se caracterizo por su subordinación incondicional al gobierno de turno, austera si, pero a costa del nivel de vida y de trabajo de los profesores, con una gestión autoritaria, centralizada y de espalda a la investigación y a la difusión científica. El resultado de las elecciones de FAPROUASD demostraron el deseo de los profesores de una entidad que los defienda y asuma su defensa sindical. Ninguna gran medida trascendental sacudió la vieja universidad si no son  las inauguraciones de puertas y otras construcciones deportivas, que no pudieron esconder  la inexistencia de política deportiva, de política cultural y de difusión del conocimiento en la Universidad. El profesor y los estudiantes  recibieron los embates de la inflación, como la sociedad dominicana en general, pero esa situación se vio  agravada por  el deterioro de las condiciones de trabajo, la sobre densificación de las aulas, la precariedad del acto pedagógico, el ruido, el calor, la falta de material pedagógico, la desaparición de los órganos de co gestión que socializaban la penuria y las dificultades. Hoy el universitario esta desamparado y desprotegido por la perdida de institucionalidad y de democracia interna.

En esas condiciones, nada extraño  que la preocupación de los  universitarios sea como mejorar su vida, mejorando la UASD, la consigna calo profundamente y las próximas autoridades necesitaran  mucha imaginación y sabiduría para revalorizar una función que ni las computadoras ni internet  pueden sustituir.  Se siente la necesidad en el profesorado de mejorar el nivel académico pero se debe luchar contra la tendencia de «maestrías al vapor» o sin contenido científico, el profesorado debe completar su formación  y el próximo Rector tendra por tarea fundamental  asegurar esa formación en las mejores condiciones posibles, según las necesidades del país asegurando «una formación» verdadera a los profesores. La universidad, institución diferente a los liceos y escuelas, tiene por  función social, la docencia basada en  la investigación para la formación del capital humano que necesitara el país en los próximos años, debe dar un giro cualitativo imprescindible, formando con mas exigencia, mas disciplina, una generación  de profesionales capaces de proponer al país, nuevas alternativas de vía de desarrollo, con un pensamiento científico filosófico ajustado a la realidad geopolítica en la cual se enmarca el país, formar jóvenes sanos y críticos frente los males que padece la sociedad dominicana actual. La UASD en ese sentido debe priorizar sobre todos los otros métodos de reclutamiento, el concurso de oposición, el  valor del diploma, el rigor del saber, revalorizar la carrera docente, propugnar por la investigación y la publicación de calidad, dando al país y a la función publica el ejemplo que espera de ella.

Una de las labores fundamentales de las nuevas autoridades será el reposicionamiento de la universidad como orientadora de la sociedad, con su sello peculiar, de Universidad del Estado pero de ningún Gobierno particular, una Universidad realmente autónoma en  cuanto posiciones filosóficas se refiere, donde debe prevalecer el interés común, la solidaridad y sobre todo la acción planificada. La Universidad  debe reaccionar a las tragedias nacionales por ejemplo, con sus estudiantes puestos a la disposición de las grandes tareas pendientes como la alfabetización, el saneamiento ambiental, las campañas de prevención, de vacunación, de solidaridad con poblaciones afectadas por temporales u otras calamidades.

Necesitamos urgentemente una UASD mas comprometida, tiene más  de 100.000 corazones y cerebros, 200 000 brazos,  que pueden  impulsar cambios y modernización, solidaridad y bienestar.

En la UASD un equipo reúne todas las posibilidades de provocar esos cambios, sin afectar,  ni retallar, hay un equipo con muchas voluntades, preparado desde mucho para asumir el cambio que necesita la Universidad. Ese es el reto del 15 de Febrero, buscar el mejor equipo, el que mejorara nuestras vidas para mejorar la Universidad, que más que nunca,  es la Universidad del Pueblo dominicano.

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