Flechados por las cualidades y gustos en común, Haydeé Féliz Ortiz y Ángel Beato Batista, mantienen encendida la llama que hace tres años despertó su interés en unir sus vidas.
Se conocieron mientras realizaban un curso de Revit (un software de diseño), en una academia de enseñanza arquitectónica de Santo Domingo. Y, según nos cuentan, Ángel tuvo una atracción de inmediato por Haydee, mientras que, en el caso de ella tomó un poco más de tiempo para que “naciera esa chispa”.
Narran que tardaron cinco meses hasta que comenzaron a salir, pero como amigos. Les gustaba hablar de temas de interés en común, como la gastronomía y los viajes.
“Me llamó poderosamente la atención en Ángel, su inteligencia, su formalidad al hablar, su sencillez y sentido del humor. Me encantó su físico a simple vista, pero luego me enamoró su creatividad, dedicación y dulzura”, dice Haydee. A la interrogante sobre qué fue lo que determinó que entendieran que estaban hechos el uno para el otro, afirman que se dieron cuenta porque no podían dejar de escribirse y que siempre estaban atentos el uno del otro. “Constantemente planeábamos nuevas aventuras y lugares para conocer juntos. Ambos estudiamos en el extranjero y al estar separados por dos años, nos dimos cuenta que queríamos estar juntos y construir un proyecto de vida que perdurara”.
Cuentan que al tomar la decisión de casarse se sentían muy emocionados y nerviosos a la vez. “Sentíamos que estábamos listos, pero que el camino que comenzaríamos no sería fácil. Sin embargo, el proceso de organizar y planear la boda nos hizo darnos cuenta que nuestra unión siempre iba a estar sostenida con valores de respeto y amor. Hasta el día de hoy, ha sido la mejor decisión que hemos tomado”.
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¿Cómo fueron los inicios del matrimonio? Haydee y Ángel cuentan que en principio sus vidas como esposos fue hermosa, ya que tenían su hogar propio, donde comenzaron a construir sus sueños. “Amábamos llegar a la casa para pasar tiempo juntos y contarnos anécdotas del día. Sin embargo, no todo fue magia, pues hubo situaciones de intolerancia hacia acciones y costumbres de ambas partes.
Sobre el trabajo y responsabilidades económicas en el hogar afirman que ambos trabajan mucho y que las responsabilidades económicas han sido siempre el 50/50.
“Todo es en conjunto, no vemos las finanzas de manera individual, sino como una familia”.
Una ventaja de la pareja es que tiene su vivienda propia. “Aún estamos en nuestra primera vivienda, es una vivienda propia y tenemos aproximadamente 5 años viviendo aquí. Poco a poco hemos acondicionado nuestro hogar para sentirnos cada vez más en casa, es un apartamento el cual remodelamos antes de mudarnos y nos sentimos muy orgullosos del lugar que llamamos hogar”, dicen.
Cuentan como anécdota de sus primeros meses de la convivencia el descubrimiento de la pasión de ambos por la gastronomía. “Aprendimos a cocinar platos deliciosos con los cuales disfrutamos momentos preciosos en pareja. Confirmamos que en todo somos iguales y en base a eso repartimos las tareas del hogar, cada uno haciendo lo que más se le facilita con sus habilidades”.
A pesar de ser una pareja muy joven, Haydee y Ángel afirman que las claves para salir adelante como pareja son: “Escuchar antes de hablar y siempre ceder. Esto ha ayudado a que nuestra relación siempre supere cada obstáculo”.
La experiencia de ser padres
Los jóvenes esposos nos cuentan que la llegada de su primera hija, Estela, de un año y seis meses, fue un antes y un después en la vida de ambos. “Tuvimos a Estela a los 30 años y teníamos 3 años de casados. Tener a nuestra bebé fue lo más bonito y a la vez lo más retador, cambiando totalmente nuestra rutina y la forma en la que vemos la vida. Aún con el cambio de nuestra rutina, no hemos cambiado nuestra esencia ni nuestra manera de disfrutar el tiempo libre juntos”.
¿Cuál ha sido el éxito de su matrimonio? “Podríamos decir que el éxito de nuestro matrimonio ha sido comprender el punto de vista del otro en momentos de discordia, y tener un norte común en cuanto a nuestra vida y relación. Nos encanta viajar y conocer nuevas culturas, y esto nos ha unido de gran manera con el pasar de los años”.
¿Y los escollos más duros? Responden: “Las noches retadoras con una bebé recién nacida fueron de los momentos más difíciles que tuvimos. Lo logramos en gran parte por la perseverancia de cada uno para salir a flote y la ayuda constante de nuestros familiares en estos momentos tan retadores. Sin embargo, dicen que no cambiarían nada.
“Cada evento que ha ocurrido en nuestro matrimonio, ya sea bueno o malo, nos ha forjado como personas y como pareja para ser quienes somos hoy y para continuar siendo quienes debemos ser en el tiempo”. ¿Qué le dirían a otros jóvenes que empiezan una vida juntos? que sean siempre sinceros con su pareja y consigo mismos, mantener expectativas realistas y entender que como todo en la vida, hay altos y bajos en un matrimonio, pero la clave es luchar y crecer en los momentos bajos, y disfrutar y agradecer por los buenos”.