Sembrando hortalizas en algún espacio de su hogar es una manera de aplicar la decoración de forma utilitaria. ¿A quién no le gustaría tener una mata de ají en su balcón? Es lo que plantea el ingeniero agrónomo Pedro de Jesús García quien hace énfasis en la doble utilidad de cultivar hortalizas: además de que pueden proveer alimentos sanos también son hermosos detalles decorativos.

El experto, quien es encargado de la División de Producción y Manejo de Colecciones Vivas del Jardín Botánico Nacional, señala que  no se necesita un espacio amplio para desarrollar una hortaliza sana que, a diferencia de la que se adquiere en los mercados, no estará cargada de  fungicidas y pesticidas que aumentan el riesgos de cáncer y tumores.

“¿Quién no puede tener un pequeño tarro con una mata de ajíes como la que tenemos aquí? Muchas veces tenemos los medios a nuestro alrededor y no los sabemos utilizar. Por ejemplo, las hojas que caen de los árboles las tiramos a la basura, pero si las ponemos en una esquina a descomponer nos va a servir de abono para  producir hortalizas”, explica.

Todas las que quieras.  Toda una variedad de hortalizas como el pepino, lechuga, tomates, berenjenas, maíz y habichuelas, pueden ser sembradas con facilidad en cualquier parte de su hogar donde reciban suficiente luz. Y ahora que la alimentación se plantea como un problema mundial, comenzar a tener nuestras propias cosechas sería una iniciativa muy inteligente. “Si vas a otros países  ves los balcones llenos de hortalizas y producen todo lo que consumen ahí, en pequeños espacios”.

Con un recipiente, riego  periódico y sol se puede cultivar una hortaliza. Algunas plantas como el ají morrón, se deshidratan fácilmente, pero De Jesús explica que la  planta refleja cuándo necesita agua.

Las hortalizas deben ser observadas constantemente para evitar las plagas (los gusanos se pueden controlar manualmente) y evitar el exceso de agua que contribuye a la proliferación de hongos. 

En cualquier parte

Es fácil cultivar

Cultivar hortalizas no es nada difícil y las plantas producen sus frutos de manera natural y espontánea, sin necesidad de abonos químicos. Se necesita una tierra adecuada, riego con agua cuando la planta lo requiera y luz solar. “Cosas como una caja o lata nos puede servir para sembrar. Cualquier pieza de nevera vieja se puede poner en el techo y producir  en ella gran cantidad de hortalizas”, dijo De Jesús García.