FRANCISCO ANTONIO MÉNDEZ
El candidato presidencial del PRD, Ing. Miguel Vargas le ha propuesto al país un paquete de medidas, supuestamente destinadas a incentivar la creación de empleos. Ofertando una retahíla de incentivos fiscales que, en la práctica, no podrán ser ejecutados, propuso además, la recompra de los contratos con las empresas generadoras de electricidad. Los calificaba de onerosos.

Dos refranes caracterizan esta propuesta: «Del dicho al hecho hay mucho trecho» y «Dime con quien andas y te diré quien eres». Evidentemente, la misma busca confundir a los incautos con una supuesta solución para abaratar el costo de la energía. Pero, como señala el primer refrán, lo primero que habría que decirle a la Nación, es si los recursos requeridos para la recompra -no menos de US$400 millones, según sus propias palabras  provendrán de los ‘cuartos’ que tenía el Lic. Calderón durante la campaña en que Vargas Maldonado dirigía las finanzas de la candidatura de Hipólito Mejía. De lo contrario, y, siempre en atención al segundo refrán, estaríamos obligados a pensar que los mismos provendrán de la emisión de nuevos bonos soberanos, ya que los asesores económicos de este candidato son los mismos que desbancaron las finanzas públicas del país, duplicando la deuda externa de la Nación.

Las enseñanzas bíblicas rezan que por sus hechos los conoceréis. Sabio axioma vivencial que permite despejar los nubarrones y obviar los cantos de sirenas. En el caso que nos ocupa, nos permite diferenciar entre lo quimérico y lo real. Lo real son los hechos concretos, el historial, la hoja de vida. En este sentido, no podemos obviar los cuatro años precedentes. Período en el cual, los asesores y redactores de las propuestas electoreras del candidato del PRD, y él personalmente, dirigían los destinos de la Nación. Esto nos daría certeza respecto a la sinceridad y seriedad de las propuestas. Por que, aunque las palabras se las lleva el viento, hay que estar consciente de que oiremos muchas más. Especialmente, las agradables al oído.

Es que la propuesta de recompra de estos contratos, nos plantea la estirpe de sus proponentes. Esto así, porque estos contratos, catalogados como onerosos por Vargas Maldonado, fueron concebidos: primero, en el gobierno del cual él era un influyente ministro; segundo, fueron negociados por los asesores que dirigen su campaña: Dauhajre y Escuder. Es de todos sabido, que durante el gobierno de Hipólito se renegociaron y extendieron por 17 años los contratos del Acuerdo de Madrid. O sea, que los mismos que renegociaron el Acuerdo de Madrid, ahora, en un ejercicio de camaleonísmo político plantean que son onerosos, y que los mismos deben ser recomprados. Vaya paradoja.

No obstante, varios detalles, enmarañados en esta oferta electorera, nos proporcionan un adecuado marco de referencia. Primero, ¿si los contratos son onerosos, porque recomprarlos y no renegociarlos? No sería más adecuado, lograr la rebaja del 20%, mediante una reducción de los márgenes de ganancia de los generadores, calificados de onerosos por sus propios negociadores, hoy asesores políticos del PRD. Segundo, ¿como confiar en una transacción en que los asesores que otorgaron estas ‘onerosas’ condiciones son los mismos que estarán sentados en el otro lado de la mesa? Por lo visto, será como poner la iglesia en manos de Lutero. Una repetición de la recompra de una Edes quebradas por US$300 millones. Y, como tercer aspecto, conviene señalar que, a diferencia de estas promesas de campaña, la presente administración, sí puede mostrar logros tangibles en pos de la solución de los problemas del sector. En el caso particular de los contratos, no como promesas, sino como hechos concretos, se puede mostrar la exitosa renegociación del contratos del Acuerdo de Madrid, de Palamara La Vega, con unos ahorros anuales estimados en más de US$20 millones. El otro hecho tangible, es la renegociación y reconversión a gas natural de los 300 MW de Cogentrix en SPM. En este último, los ahorros superaran los US$90 millones anuales.