Hechos y fricciones de la brecha generacional

Hechos y fricciones de la brecha generacional

La distancia entre generaciones es cada vez más corta, por ello, podemos compartir experiencias, sentimientos y pensamientos, con padres y abuelos.

La Brecha Generacional es esa distancia que separa notablemente una generación de otra; las modas regresan y la de mis abuelos empieza a recircular entre la juventud de principios de este siglo. No sólo compartimos la moda con esa generación, sino que compartimos momentos enriquecedores e inolvidables. Resulta que de un brinco, podemos saltar la brecha generacional que cada vez es más estrecha.

Ningún otro grupo está más sujeto a la brecha generacional que el de mediana edad,  según la sabiduría popular. Se afirma que sus miembros están atrapados entre las necesidades en conflicto de sus hijos, jóvenes o adultos. Los hijos formados a la sombra de estas preocupaciones se sienten distantes del mundo que los creó. Nacidos en un entorno de derechos y libertades; TV, telefonía móvil e Internet; divorcio y relaciones contractuales; debilitamiento de las tradiciones y autonomía personal; mayor tolerancia e igualdad de género, han seguido un camino propio que, imperceptiblemente, los apartaba de aquél recorrido por sus padres. Dejaron de leer la prensa que se dice seria para volcarse hacia The Clinic. Se reúnen en bares, tarde después de que la ciudad adulta se recoge.

A lo largo de la historia, una de las mayores fuentes de cambio cultural han sido los jóvenes, cuya rebeldía colectiva manifiesta habitualmente un profundo desajuste con las estructuras de autoridad y con las prácticas de los valores adultos y su transmisión social.

De allí, asimismo, el carácter de conflicto generacional que de ordinario acompaña a los movimientos juveniles, apenas disimulado tras motivos de orden participativo o democratizador.

La relación generación suele caracterizarse por los esfuerzos por influir en la conducta, que en la mayor parte de los casos se dirigen a los hijos antes que a los padres; cualquiera que sea el objetivo, se trata de consejos prácticos.

Los intentos por modificar los malos hábitos de salud son comunes en todas las generaciones, en tanto cada una de  las tres trata de influir en las otras para que dejen de fumar, coman con sensatez, vayan al médico y se tomen las medicinas.

Como aún persiste el mito de que los diferentes ritmos de vida, personalidad y valores hacen difícil encontrar una base común. Los estudios han  mostrado una notable continuidad de las generaciones  en las familias. Aún sí existe una brecha generacional no es común que haya una en la propia familia que no puede ser salvada.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas