CARACAS, Venezuela, AP. El líder opositor Henrique Capriles convocó hoy a masivas concentraciones para el sábado a fin de protestar en contra del gobierno del presidente Nicolás Maduro, a quien señaló como uno de los principales responsables de la crisis económica que afecta a Venezuela y que se evidencia en una galopante inflación y la escasez ya endémica de productos básicos.
“Yo los invito a todos los venezolanos que sufren la crisis, a todos los que sienten que a este país el gobierno quiere destruirlo, el sábado 23 de noviembre a una jornada de protesta en toda Venezuela, en los 335 municipios del país”, dijo Capriles, ex candidato unitario de la oposición en los dos pasados comicios presidenciales y actual gobernador del estado Miranda, el tercero más poblado del país.
Capriles destacó que ni él ni sus seguidores deben tramitar permisos para manifestarse, recordando que la oposición está en su derecho de hacerlo como parte de la campaña de las venideras elecciones municipales el próximo 8 de diciembre.
La campaña para los comicios, en que se elegirán a 335 alcaldes y más de 2.500 funcionarios para concejos municipales y distritales, arrancó el 16 de noviembre y se extenderá hasta el 5 de diciembre a la medianoche.
En repetidas ocasiones los alcaldes oficialistas han negado a la oposición el permiso para marchar por las principales calles y avenidas de sus localidades, invocando razones de seguridad.
Capriles pidió a los manifestantes que no conviertan la marcha “en una fiesta”. “No quiere decir que no nos podemos sonreír, pero no es una fiesta, es una protesta contra la crisis, contra el desastre”, resaltó.
La protesta es contra “un gobierno que lo controla prácticamente todo y dicen que no son culpables de nada”, dijo Capriles. En los comicios del 14 de abril pasado, Maduro ganó por la presidencia por una diferencia de 1,49% de los votos sobre Capriles, quien no reconoce el resultado.
Maduro dice que encara una “guerra económica” por parte de sus opositores y que implica una espiral inflacionaria de 54,3% acumulada en los últimos 12 meses, y la escasez de productos alimenticios, medicinas, entre otros.
Frente a ello, desde el 8 de noviembre pasado, Maduro realiza con el apoyo de militares “inspecciones” de comercios, algunos acusados de especulación, para forzar la baja en los precios, mientras que en la víspera fue envestido por la Asamblea Nacional, controlada por el oficialismo, de poderes especiales para legislar por un año, entre las que se incluye la promulgación de una ley para fijar cotos y márgenes de ganancia a los sectores productivos.
Para Maduro, en el poder desde el 19 de abril, sería la primera gran protesta en su contra, y la primera encabezada por Capriles desde que perdió los pasados comicios.